Al jarrero José María Dorado le han otorgado el título de Shihan (maestro de maestros) tras aprobar en Benasque (Huesca) el examen del quinto dan. Dorado, de 59 años, es el director del Club Kyoku Haro, que cuenta en la ciudad jarrera con una gran cantera de esta disciplina.
Además del importante logro conseguido por José María Dorado, su hija Miranda Dorado, de 15 años, ha conseguido el cinturón negro y Abel Palacios, de 22 años, ha aprobado el examen del segundo dan.
Dorado abandonó la competición de kyokushin kárate con 36 años y desde entonces se ha dedicado a la enseñanza. En total, casi 40 años dedicados a este deporte. «Me ha alegrado mucho conseguir este título, pero aún más ilusión me ha hecho ver a mi hija con el cinturón negro», reconoce Dorado. Sobre el reconocimiento conseguido en Benasque, Dorado, considera que ha sido gracias a que durante todos estos años ha sido «muy constante y continuo».
Curso internacional
Benasque ha vuelto a acoger de jueges a domingo el Curso Internacional de Kyokushin, una actividad que cuenta con la dirección del zaragozano Antonio Piñero, presidente de la Federación Mundial de esta modalidad de kárate, y en la que han tomado parte 160 participantes llegados de España y de otros países del globo. Una decena de ellos pertenecían al Club Kyoku Haro.
Durante el curso se estudia tanto el combate (kumite) como las katas. Además, al final aquellos que portan el cinturón negro realizan pruebas de paso de nivel.
El kyokushin es un arte marcial que es vista por los deportistas que lo practican casi más como una forma de vida que como un deporte. Trata sobre situaciones de combate y se basa en el control de la mente y el cuerpo. Tiene como objetivo final la eficacia en el combate real.