La Fundación Iberdrola España y la Fundación San Millán de la Cogolla han renovado, un año más, el convenio de colaboración que permitirá continuar con la recuperación de parte de los fondos de la Biblioteca del Monasterio de Yuso.
Después de recibir la conformidad de los Padres Agustinos, propietarios de la Biblioteca, y del Consejo Superior del Patrimonio Cultural, Histórico y Artístico de La Rioja, con este nuevo convenio con la Fundación Iberdrola España se van a restaurar siete códices de los siglos XV, XVI y XVII, que precisan de una intervención urgente en función de su valor y delicado estado de conservación.
El director de la Fundación Iberdrola España, Ramón Castresana y la coordinadora general de la Fundación San Millán de la Cogolla, Almudena Martínez, han firmado el convenio en un acto esta mañana, en presencia del consejero de Cultura, Turismo, Deporte y Juventud y vicepresidente primero de la Fundación San Millán de la Cogolla, José Luis Pérez Pastor; del presidente de la Fundación Iberdrola España, Fernando García Sánchez; y del prior del Monasterio de Yuso, José Ramón Pérez.
Recuperación de la biblioteca
Desde que la Fundación San Millán de la Cogolla comenzara en 2003 la ingente tarea de recuperación de la Biblioteca, con la ayuda desde 2012 de la Fundación Iberdrola España, ya se han restaurado cerca de 600 volúmenes de una de las bibliotecas monásticas más importantes del ámbito hispánico, la del Monasterio de Yuso. En concreto, la Fundación Iberdrola España ha colaborado en los últimos diez años en la restauración de un total de 52 códices de gran valor.
La selección del conjunto de libros ha sido realizada por los padres agustinos y Ana Jessen, en cuyo taller se llevará a cabo la restauración. El estado de conservación es muy variado. En líneas generales, las cubiertas presentan daños con resultado de pérdidas de soporte debido al uso, mala manipulación, formato, problemas de deshidratación de la piel y el pergamino, suciedad general y manchas de origen desconocido. El papel presenta deterioros provocados igualmente por el uso, como suciedad general, manchas de humedad, pérdidas, desgarros, deformaciones y por el ataque de insectos bibliófagos.
La Fundación Iberdrola España colabora con la Fundación San Millán de la Cogolla desde hace varios años, en los que ha participado en la restauración del enrejado del Altar Mayor del Monasterio de Yuso y en la rehabilitación de la Sala de Exposiciones. Así mismo, se culminó también otro acuerdo de colaboración para la iluminación interior y exterior del Monasterio de Yuso.
Fundación San Millán de la Cogolla y Fundación Iberdrola España
La Fundación San Millán de la Cogolla tiene por objeto la protección y cuidado de los monasterios de Suso y Yuso; investigar, documentar y difundir la lengua española y fomentar el desarrollo social, económico, cultural y turístico de San Millán de la Cogolla y de su entorno.
Actúa, además, como agente de cohesión de todas las administraciones, instituciones, asociaciones, empresas y particulares comprometidos con la protección y difusión de este lugar, a nivel nacional e internacional.
Por su parte, la Fundación Iberdrola España, desde su creación, ha estado comprometida con el desarrollo energético, cultural y social de las comunidades en las que está presente. En este sentido, la Fundación Iberdrola España representa un paso más en dicho compromiso, mediante el impulso de iniciativas que contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas. Una de las principales áreas de actuación de la Fundación se centra en el cuidado, mantenimiento y promoción del arte y la cultura.
Este proyecto se suma a otros que la compañía ha llevado a cabo en los últimos años, entre los que destacan las iluminaciones de la fachada del Palacio de los Chapiteles en Logroño, el Monasterio de Guadalupe, el Puente Romano de Talavera de la Reina y la Plaza Mayor de Sigüenza, entre otros, además de proyectos expositivos como El Prado en las calles.
Monasterios de Yuso y Suso
Los Monasterios de Suso y Yuso en San Millán de la Cogolla (La Rioja) fueron declarados por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1997 porque representan un testimonio excepcional de la introducción del monacato cristiano en el siglo VI y de su pervivencia continuada hasta la actualidad, y por ser el lugar en el que surgieron las primeras manifestaciones escritas de la lengua española.