Este pasado domingo ha tenido lugar la celebración religiosa de la Exaltación de la Cruz. Sobre las 18:00 horas, comenzaba la procesión del Vía Crucis en la que cuatro ‘picaos’ han realizado su disciplina en compañía de una María. A estas mujeres se las llaman así por acompañar a las procesiones vestidas con el manto de la Virgen de los Dolores, con el rostro cubierto por puntillas, para así proteger su anonimato. Van descalzas e incluso con cadenas. Con los mismos requisitos de los hombres, van también acompañadas por miembros de la Vera Cruz.
La procesión ha arrancado en la iglesia parroquial de Santa María la Mayor y ha continuado su recorrido hasta el Monte Calvario, volviendo después al punto de inicio.
Para participar en la penitencia, los disciplinantes requieren ser varones adultos y practicantes del catolicismo. Si el individuo no es miembro de la cofradía, se le pide que presente un certificado emitido por su párroco que pruebe su devoción religiosa.
Durante la procesión, los penitentes visten una túnica de lino blanco que les cubre el rostro y encima una capa marrón. En la espalda, se flagelan con un látigo hecho de cuerdas de cáñamo.