Lo han vuelto a hacer. El pasado mes de marzo, una expedición partió desde Casalarreina a bordo de una furgoneta de La Vieja Bodega con destino Ucrania. En aquella ocasión, Jorge Rial y Chema Lázaro trajeron a tierras españolas a seis mujeres ucranianas. Tres de ellas, una madre y sus dos hijas, viven ahora en Haro, y otras tres se trasladaron a Santander tras llegar a España.
Ahora está a punto de finalizar la segunda misión, aunque en esta ocasión, las tres furgonetas integradas en esta expedición, no han llegado hasta Ucrania. Se han desplazado hasta los lugares donde operan diferentes ONG para entregar allí material, sobre todo, comida, ropa y medicinas, y poder ayudar a los refugiados. De esta manera, el equipo formado por seis conductores, entre los que están Jorge Rial, Javier Amelivia y Ángel Pérez Aguilar, gerente de La Vieja Bodega, se han ahorrado unos 500 kilómetros.
En Polonia, en el entorno de Cracovia y localidades cercanas, el grupo ha logrado ayudar a seis personas, tres de ellas niños, con los que ya han regresado hasta España. “Ahora estamos en Alemania, cerca de Dresde. Vamos camino de Beaune, en Francia, donde nos quedaremos a dormir esta noche”, nos cuenta Ángel Pérez Aguilar por teléfono. “Volvemos a España en dos furgonetas. La otra furgoneta, con Jorge y Javier, se dirige a la frontera con Ucrania. Allí, gracias a los contactos que tiene Jorge, esperan ayudar a otras seis personas con las que regresarán a España. Espero que nos podamos juntar pronto con ellos”.
De vuelta a La Rioja
Pérez Aguilar reconoce que lo más complicado de toda la expedición es llegar a los lugares concretos donde se encuentran los refugiados. “Es un poco locura, porque un día están aquí y al día siguiente ya no están”. Pero gracias a los contactos con varias ONG que trabajan sobre el terreno han conseguido reunir a un grupo de refugiados que huyen de la guerra en su país.
Gracias a la primera expedición, una madre y sus dos hijas viven ahora en Haro, en un piso cedido por una familia del municipio. Las dos menores ya están escolarizadas en un centro educativo jarrero y la madre está a la espera de un trabajo para conseguir cierta estabilidad.
¿Habra una tercera expedición? Pérez Aguilar no lo tiene del todo claro. “Vamos a esperar a cómo transcurre todo, si el conflicto continúa o si en algún momento finaliza si Putin se queda contento con lo conseguido en esta invasión. Quizás en un futuro tengamos que hacer viajes para devolver a refugiados a sus lugares de procedencia, pero todo se andará”.