Ezcaray ha despedido la Semana Santa por todo lo alto, con una multitudinaria celebración de los tracionales ‘aleluyas’, una de las citas ineludibles de estos días en La Rioja, junto a los ‘picaos’ de San Vicente y otras más por su autenticidad, continuidad en el tiempo y arraigo popular.
Según datos aportados por el Ayuntamiento, más de 3.000 personas se han congregado en el pórtico para celebrar los ‘aleluyas’, acto tradicional que se disfruta después de misa.
Desde la balconada de la iglesia, las autoridades lanzan al aire caramelos y dinero a los niños y jóvenes que se agolpan para recoger todo lo que puedan y más.
Así se celebra en Ezcaray el Domingo de Resurrección, con esta divertida lucha entre los más jóvenes por atrapar al vuelo los billetes o incluso los intentos de los más valientes por trepar por la pared del templo para coger algún billete que se ha quedado enganchado. El acto se ha convertido en todo un espectáculo y en una de las tradicionas más difrutables de la villa, que vive esta Semana Santa con la ilusión del regreso del turismo en todo su esplendor.
Después de dos años sin poder celebrarse por la pandemia, Ezcaray ha recuperado por todo lo alto esta tradición. Acto singular de la Semana Santa riojana en el que, después de la misa mayor del Domingo de Resurrección, colectivos de la villa lanzan las ‘aleluyas’, caramenos y dinero, sobre la multitud que se congrega junto a la iglesia. Una tradición que proviene de la Edad Media y que se mantiene arraigada en Ezcaray, congregando, como en esta ocasión, a miles de personas.







