Ya es una tradición. Unas horas antes de las verdaderas campanadas, la plaza de la Paz de Haro se vistió de fiesta para despedir el año. Primero con una entretenida carrera popular que contó con la participación de 120 corredores, desde peques hasta adultos, y después con un multitudinario cotillón infantil, todo con la animación de Krossko. Fue tal la asistencia que hubo gente que se quedó sin recibir su bolsa de cotillón (la cola daba la vuelta a la plaza). La alcaldesa Guadalupe Fernández, tras agradecer la gran participación, prometió que para el año que viene iban a comprar el “doble” de bolsas para repartir.
Tras las campanadas, que fueron ralentizadas para que no hubiera sustos entre los más pequeños, el cotillón finalizó con unas piñatas y música para todos los públicos. Entre los regalos que se repartieron entre los participantes en la carrera y el cotillón se sortearon una decena de pases para acompañar a los Reyes Magos en su recepción en Haro.