La Cofradía de la Vega cierra un año infrecuente, lleno de renuncias y suspensiones, y marcado por las medidas sanitarias provocadas por la pandemia de la Covid-19. La complicada situación no permitió celebrar ni la ofrenda de flores y del primer mosto, ni la bendición de las espigas, ni el concurso de piropos, ni la procesión del Rosario de Faroles de Cristal el 8 de septiembre, justificando con ello la prórroga por un año del mandato de Carmen Aduna como mayordomo de la institución religiosa.
Todo parece indicar que la favorable repercusión de la campaña de vacunación permitirá recuperar a medio plazo toda su actividad, desde la presentación de los niños nacidos en la ciudad en el último año por la festividad de Las Candelas hasta las Jornadas Marianas y los actos públicos y religiosos de las ferias de septiembre, la llamada a la “responsabilidad” confirma que al menos durante el próximo mes, la institución renuncia a recuperar el pulso tras la llegada a su dirección de Beatriz García.
“Uno de los momentos más importantes y felices de mi vida”
La nueva mayordomo, tras obtener el respaldo de la asamblea a su nombramiento durante el encuentro celebrado este domingo en la basílica de la Vega, no sólo reconoció que el de este domingo acabó convirtiéndose en “uno de los más importantes y felices de mi vida”, señaló ante los cofrades para reconocer que desde su infancia “la devoción y el amor a nuestra virgen siempre ha estado muy presente” en su casa y hogar, por tradición familiar.
Asimismo, Beatriz García recordó que “el devenir es caprichoso”, tal y como demostraba el traspaso de poderes que se produjo “un año después de lo previsto a consecuencia de la pandemia. La incertidumbre, las dudas, el miedo”, recordó a los presentes en el templo, “hicieron que pospusiéramos esta celebración”.

A pesar de todo, “la deseada normalización de nuestras vidas debe alcanzar ya a esta institución” que considera, no obstante, que “el compromiso y la responsabilidad que adquirimos al formar parte de esta cofradía debe guiarnos hacia la consecución y desarrollo de todos los actos y tradiciones que se venían programando hasta marzo de 2020”.
Los cofrades y devotos, defendió en primera persona, “se lo merecen” y, consecuentemente, su nueva junta de gobierno “no puede defraudarlos”.
Sin ofrenda de flores y sin Rosario de Faroles
Pero no será, en todo caso, este año. “Ante la incierta evolución de la pandemia”, la institución religiosa considera que “no es conveniente celebrar, un año más, dos de los actos más entrañables en honor a la Virgen de la Vega”, la ofrenda de flores, mosto y espigas, de una parte, y el Rosario de Faroles de Cristal, de otra. “Se trata de actos que, a pesar de celebrarse en el exterior, congregan a muchas personas y, por su propia naturaleza y desarrollo, hacen recomendable no celebrarlos, evitando así las aglomeraciones”, conscientes de que se debe mantener “una actitud muy cautelosa en cuanto a las medidas de prevención se refiere”.
Asamblea de la Cofradía de la Vega | Foto: Donézar Fotógrafos Asamblea de la Cofradía de la Vega | Foto: Donézar Fotógrafos
Se espera, por tanto, que la normalidad llegue el próximo año. Porque en el presente sólo se programarán la novena en honor a la patrona de la ciudad jarrera del 29 de agosto al 6 de septiembre; las vísperas y Salve solemne el 7 de septiembre; y la misa pontifical el día 8, con la participación de una sección de la Coral Polifónica de Haro, entre otros actos de carácter eminentemente religioso.
Son citas que se desarrollarán en la basílica de la Vega con aforo limitado (tres personas por bancada), por lo que “el acceso al templo será libre hasta completar la capacidad establecida y no se permitirá la reserva de espacios”. La puerta principal servirá de entrada al templo y la puerta ubicada en el Parque Manuel Anzuela de salida.
Estas fueron algunas de las decisiones que se aprobaron tras la ratificación de la propuesta que planteó la junta de gobierno saliente, y que convirtió a Beatriz García en mayordomo de un equipo en el que aparecen, además Nuria Vitores como nueva procuradora, y Beatriz Ruiz y Luis Alberto García como viceprocuradores, permaneciendo el párroco Javier Osés como abad.
Otros proyectos
Además de la apuesta por restablecer la normalidad en el calendario de la entidad, y consecuentemente de la propia ciudad jarrera, la máxima responsable de la cofradía durante los dos próximos años centra sus objetivos en la restauración de los lienzos localizados sobre los pórticos y la limpieza y restauración de los dos ‘salomones’, iniciando al mismo tiempo los trámites para valorar el alcance de los proyectos que puedan ser asumidos “en cuanto a conservación y mejora de nuestro patrimonio artístico y cultural”; la protección del templo de la patrona frente a los daños que causa la sobrepoblación de palomas; y la continuidad de su participación en la financiación de proyectos solidarios.
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