El 28 de octubre de 1891 el Alcalde, Norberto Salazar, reuniría urgentemente a la Corporación para comunicar a los concejales la grata noticia de haber sido nombrada la villa de Haro Ciudad, “título honroso ya que ningún hijo de Haro lo había pedido. Título que ostentará con orgullo al que viene a hacer justicia después de tantos olvidos de parte de otros más allegados; un ilustre transeúnte que así podemos llamar al Excmo. Marqués de Francos, que es quien por propio impulso, y atendiendo a ligeras indicaciones del Gobernador Civil de la Provincia D. Manuel Camacho, ha gestionado y conseguido esta distinción para nuestra noble villa”.
La mejor explicación del porqué la villa de Haro fue distinguida con el título de Ciudad, se encuentra en la carta remitida, el 27 de octubre de 1891, por León López Francos, Marqués de Francos.
Decía: “Sr. Alcalde y Ayuntamiento de la Ciudad de Haro. Madrid 27 de Octubre de 1891. Muy señor mío y de toda mi consideración: Estuve una corta pero agradabilísima en esa noble cuanto benemérita población que me fue en extremo simpática y comprendí que por sus merecimientos debía llevar el título de ciudad, por lo que muy espontáneamente, solicité y obtuve el Real Decreto adjunto que me ha hecho la honra de enviar el dignísimo y Excmo. Sr. Ministro de la Gobernación mi más distinguido amigo D. Francisco Silvela, a quien Haro debe tan señalada prueba de consideración, que ha comprendido que es muy justa. Como Senador Vitalicio y de todo el Reino, estoy en mi derecho influyendo a favor de mi predilecta Ciudad de Haro, a cuyas órdenes, como de Vd. y del digno Ayuntamiento que preside, estaré siempre, para lo cual ofrezco mis servicios como Senador y amigo particular, siéndolo muy apasionado de Haro…
La comunicación expedida por el Ministerio de la Gobernación, con fecha 27 de octubre de 1891, inserta en el Boletín Oficial del Estado edición del 29 de octubre de 1891, pág. 298, en la que se reflejaba que la Reina Regente del Reino en nombre de SM el Rey (q. D. g.) se había dignado expedir por este Ministerio el RD, que decía:

“Queriendo dar una prueba de mi Real aprecio a la villa de Haro, provincia de Logroño, por el aumento de su población, desarrollo de su agricultura, industria y comercio y su constante adhesión a la Monarquía Constitucional, en nombre de mi Augusto hijo, el Rey Don Alfonso XIII y como Reina Regente del Reino vengo a concederle el título de Ciudad. Dado en Palacio a 27 de octubre de 1891. María Cristina. El Ministro de la Gobernación Francisco Silvela”.
Se aproxima el final de siglo XIX, y un Haro moderno y con el título de ciudad se apresta a afrontar los difíciles e irregulares años de 1900. Fechas, en que su nombre es paseado por todo el mundo en las etiquetas de las botellas de vino producidas por sus ya afamadas bodegas. Catedrales del vino que, con la calidad de sus productos, se habían convertido en los embajadores que conseguirían el merecido título con que es reconocido en todos los países amantes del buen vino y que hoy en día es Patrimonio Cultural de una ciudad que lo exhibe con orgullo, HARO CAPITAL DEL RIOJA.