La víspera de San Pedro ya dejó atisbar lo que sería una experiencia difícil de olvidar. “La energía de la gente del pueblo, su entusiasmo por sus fiestas, y la batalla con sonrisas y alegría, sin herir a nadie, usando el preciado vino de Haro como arma, fue realmente maravilloso”, relataba uno de los participantes japoneses tras sumergirse en la icónica Batalla del Vino.
Y esta edición de 2025 tuvo un color especial. Satoshi Tsuneda y María Álvarez, compañeros en la firma internacional Spanish Wine Exclusives (SWE) acompañaron a una docena de clientes japoneses a disfrutar en directo del día grande de las fiestas de Haro. Y lo hicieron, desde el principio, como manda la tradición: en romería, subiendo andando hasta San Felices. “¿Pero por qué la gente sube en autobús? Si la tradición dice que hay que subir andando,¿no?…”, se preguntaba uno de estos turistas japoneses sorprendido. “Ellos querían vivir lo auténtico”, destaca Álvarez.
“Lo recordaré cada vez que beba vino de Rioja”
Ya en San Felices, disfrutaron de la divertida contienda bañados en vino de Rioja, visitaron la estatua del Santo, almorzaron a los pies de la ermita y se unieron más tarde, tras otra caminata de regreso, a las clásicas vueltas por la plaza de la Paz. El único evento que se perdieron fue el de las vaquillas en la plaza de toros, y no por falta de curiosidad, sino por el agobiante calor de ese día de San Pedro. Aprovecharon para ducharse y rematar después la jornada festiva en el Asador Tirondoa con un menú riojano tradicional.
Se habían alojado en el Hotel Los Agustinos, desde donde partieron para vivir un día “inolvidable, divertidísimo, que recordaré cada vez que beba vino de Rioja”, como apuntaba otro de los visitantes japoneses.
La emoción de los turistas japoneses estaba presente en cada palabra para recordar un evento inolvidable: “Fue una experiencia maravillosa jugar con pistolas de agua por primera vez en medio siglo y revivir mi infancia. De camino al lugar alguien me regaló una lata de cerveza fría mientras caminaba bajo el calor abrasador y en la vuelta alguien me ofreció ‘riojalibre’ en porrón. Pude conocer gente alegre y amable, lo que me hizo amar aún más España y La Rioja. Guardaré mi camisa, bellamente teñida de rojo vino, como recuerdo de esta maravillosa experiencia”; “Me saludaron con las palabras ‘¡Familia!’ y, antes de que pudiera darme la vuelta, empezó a lloverme vino. Al principio intenté salir corriendo, pero sin darme cuenta estaba tirando vino con una bota y me convertí en un miembro más de la familia”; “Pude participar en la Batalla, un sueño que había tenido durante muchos años. Caminé el largo camino hasta el lugar y pude sentir el ambiente riojano rodeado de viñedos. En la Batalla me empapé de vino riojano y pude sentirlo por todo mi cuerpo, una experiencia muy valiosa”…


En definitiva, camisas teñidas de granate, abrazos con desconocidos, brindis espontáneos, largos tragos con bota de vino y risas, muchas risas. Recuerdos para no olvidar los que estos doce japoneses se llevaron de Haro como una postal viva de lo que significa la cultura del vino en la región.
Promoción del vino de Rioja y su cultura en Japón
Pero la experiencia no fue por casualidad. SWE, una firma internacional de vinos con sedes en Nueva York, Tokio y La Rioja, tiene en su ADN la promoción del vino español con pasión y autenticidad. Fundada por María Álvarez y Justin Berlin, SWE lleva más de 14 años produciendo, comercializando y exportando vinos españoles de alta calidad. “Satoshi lleva más de 20 años enfocado en el mundo del vino, trabajando en la importación de vino español, pero sobre todo es un gran promotor de la tradición riojana y jarrera en Japón”, explica Álvarez, que reclutó a Tsuneda en 2013, cuando éste trabajaba para otra empresa.
Tsuneda, enamorado de La Rioja y especialmente de Haro, vive en Japón. Nunca antes había subido a la Batalla del Vino a pesar de que visita la ciudad jarrera de manera frecuente desde hace más de una década. Durante la pandemia, recuerda Álvarez, subieron con varios amigos de Haro y de la comarca a grabar un vídeo en San Felices para mostrar en Japón cómo se vive esta fiesta.
En su país natal, Tsuneda se encarga del marketing y la atención al cliente en mercados asiáticos. Ha trabajado como sumiller en restaurantes tanto en España como en Japón. Durante su estancia en nuestro país, visitó bodegas y conoció a enólogos, empapándose así de la cultura del vino. En la actualidad, además de impartir clases sobre vino español en Japón, organiza eventos temáticos para acercar esta cultura al público japonés.

Una conexión más allá del vino
Con el grupo SWE, se han llevado a cabo en Japón experiencias, catas, cenas-maridaje y conferencias centradas en el vino de Rioja. Este año, el bodeguero Abel Mendoza y la enóloga Maite Fernández, de San Vicente de la Sonsierra, fueron protagonistas en estas actividades, que reunieron a más de 300 personas y visitaron hasta 8 prefecturas del país. Y ya hay planes para el próximo año. Más bodegueros y enólogos españoles, no solo de Rioja, viajarán a Japón para seguir tendiendo puentes a través del vino.



Pero el compromiso con la difusión de la cultura del vino va más allá. SWE ha traducido al japonés el libro ‘La Rioja en mi memoria. Cuaderno de apuntes’, de Ezequiel García ‘El Brujo’, una obra sencilla y emotiva que recrea escenas, labores y personajes de toda una vida dedicada a la enología. Una joya que permite al público japonés conocer en profundidad la identidad del vino de Rioja.
La visita a la Batalla del Vino para estos doce japoneses fue mucho más que una experiencia turística. Fue sumergirse en la riqueza cultural y humana de La Rioja, revivir la infancia con una pistola de agua llena de vino, brindar con un porrón en mitad del camino o conservar con cariño una camisa manchada de vino como recuerdo de una vivencia para no olvidar. “Sentirse parte de una familia sin hablar el mismo idioma”, como recordó uno de ellos.
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