Después de dos años sin poderse celebrar por culpa de la pandemia, el Claustro del Hotel Los Agustinos volvió a acoger una nueva edición del Carnaval del Vino, que esta vez se teletransportó al Lejano Oeste, con toda su vistosidad. Unos 500 asistentes pudieron disfrutar y catar las nuevas añadas de los vinos de Carlos Serres, Muga, Roda, Santalba, Ramón Bilbao, CVNE, Maset y la Cooperativa Virgen de la Vega, acompañados por cuatro pinchos, incluido uno dulce que no podía ser otro que una deliciosa torrija a la brioche con frambuesa liofilizada. Los demás: un langostino tigre empanado a la japonesa con mayonesa de soja, una brocheta de pollo con salsa barbacoa y una bola de carne con chili.
Cowboys, indios (algunos muy currados), mucho sheriff, cazarrecompensas sueltos, algún enterrador, bailarinas de ‘saloon’, doncellas sombrilla en mano, un oficial de caballería del Ejército de los EEUU y hasta el indio del ‘Llanero solitario’ de Johnny Depp disfrutaron del espectáculo dispuesto en el escenario central, que se vistió de ‘saloon’ para contar una historia con un especial guiño hacia Haro y su vino. Y es que un cowboy llegaba a la ciudad jarrera porque su abuela española le había contado historias de aquí: la luz eléctrica, la llegada del tren, las bodegas, la fiesta…
Espectáculo y ‘photocall’
No faltó, como otros años, el espectáculo puro y duro, con acrobacias, malabares, juegos con látigos y fuego, bailes típicos de ‘saloon’ y hasta lanzamiento de cuchillos. El público asistente también pudo fotografiarse en el ‘photocall’ dispuesto para la ocasión y subir algún vídeo a sus ‘stories’ de Instagram gracias a un dispositivo instalado en el claustro. Para concluir el evento, que volverá esta tarde en su segunda sesión a partir de las 20:00 horas, el público disfrutó con música de saxo en directo y éxitos varios con Luis Herrera Sax Live. El carnaval continúa en Haro.