El Centro Fundación Caja Rioja Haro acoge la exposición “El Rioja de etiqueta”, que podrá visitarse desde mañana viernes hasta el día 30 de diciembre, de lunes a sábado, de 18:00 a 21:00 horas, excepto festivos.
Organizada en colaboración con el Instituto de Estudios Riojanos IER, se basa en una colección de más de 3.000 etiquetas de vino de Rioja que el coleccionista Taquio Uzqueda ha recopilado durante años. Además, también la exposición es fruto del estudio realizado por el periodista Javier Pascual relacionado con el etiquetado de los vinos de Rioja de los dos últimos siglos, así como su influencia en la creación de la imagen de marca de la DOCa Rioja. La muestra, producida por Fundación Caja Rioja, se expone tras colgarse en Logroño en los diferentes Centros Culturales que la institución tiene en la Comunidad Autónoma.
Mesa redonda
Con motivo de la exposición, el día 12 de diciembre a las 19:00 horas tendrá lugar en el Centro Fundación Caja Rioja Haro una mesa redonda en la que participarán Javier Pascual, Taquio Uzqueda y Teresa Cascudo. La entrada al acto es libre hasta completar aforo.
Etiquetas de Rioja
Las etiquetas son la tarjeta de presentación del vino y suponen la representación gráfica de unos valores que construyen la imagen de marca tanto de una denominación como de un vino.
En esta exposición se analiza la historia de la marca ‘Rioja’ a través del etiquetado, en los ámbitos estético y compositivo; asimismo, también se muestran otras características como la adecuación a la información y las necesidades técnicas que deben constar; por último, realiza un recorrido de la evolución de las etiquetas durante los siglos XIX y XX.
“El Rioja de etiqueta” nos conduce, a través de paneles explicativos, a diferentes aspectos del etiquetado. Javier Pascual, responsable del estudio, afirma: “Llamativas, señoriales, profundas, elegantes, concisas, rotundas, precisas, llanas e incluso poco agraciadas en algún caso, desde que Rioja comenzó a comercializar sus vinos embotellados a mediados del siglo XIX, las etiquetas han sido frecuentemente la única voz del vino que el consumidor percibe, la tarjeta de visita que anuncia el deseado ritual de saborear «vestidos de etiqueta» la tradición de una tierra con nombre de vino”.