El Ayuntamiento de Haro, gracias a los datos aportados desde la empresa que lleva los trabajos de control de palomas en la localidad, comunica que, tras cumplirse los primeros seis meses de actuación, el proceso “comienza a dar resultados positivos” para la consecución de los objetivos inicialmente planificados.
La sobrepoblación de palomas que existía hasta hace unos meses, según apuntan los técnicos, “comienza a estar en un punto de control aceptable”, aunque como señala Ángel Conde, concejal delegado, “aún hay mucho trabajo por desarrollar para mitigar todos los efectos adversos que ocasiona su presencia”.
Plan de control
El plan se desarrolla en toda la ciudad de Haro y presenta actuaciones como la instalación de dispositivos de captura de las aves en las localizaciones con mayor nivel de incidencia, su recogida y el posterior traslado a un palomar acondicionado para su cuidado y desinfección.
Las palomas pueden causar daños en los edificios, monumentos, mobiliario urbano y parques, por la gran cantidad de excrementos que emiten. Sus defecaciones contienen ácidos que hacen que sean muy corrosivas y degradantes, dañan especialmente las vegetaciones de las zonas verdes y son un peligro para ciertos elementos arquitectónicos. Su acumulación en canalones y desagües provoca el taponamiento de los mismos originando goteras y humedades, detallan desde el Consistorio.