- FOTOS: El desfile de carrozas llena de color y diversión las calles de Haro
- Haro enciende la mecha de sus Fiestas de la Vega
- La ingeniera aeroespacial Isabel Pérez Grande, pregonera de las Fiestas de la Vega de Haro
Las fiestas en honor a la Virgen de la Vega han tenido este año como pregonera a la ingeniera aeronáutica jarrera afincada en Madrid, Isabel Pérez Grande, que regaló este viernes a los asistentes en el Teatro Bretón un pregón cargado de emoción, recuerdos y metáforas espaciales.
“Hoy me siento como un cohete a punto de despegar: nerviosa, emocionada y con una misión clara: culminar el lanzamiento oficial de nuestras fiestas”, arrancó la pregonera tras la presentación de las reinas y reyes de las fiestas que participaron en lo que antiguamente se denominaban ‘juegos florales’, un acto en el que tampoco faltó la música, de la mano del trío ‘Amalgama’, que puso el broche de oro con temas populares jarreros.
En su intervención, Pérez Grande, con más de treinta años de carrera vinculada a ingeniería espacial, aseguró que “en este lanzamiento no hay riesgo de misión fallida: tenemos la mejor tripulación posible, todos vosotros”. Desde ese instante quedó claro que su pregón iba a ser un viaje entre la memoria personal y el orgullo que siente de ser de Haro.
La pregonera evocó su niñez en la calle Virgen, marcada por el tañido de las campanas: “Más puntuales que cualquier reloj atómico, y sin botón de posponer”, bromeó. También compartió el temor que de niña le producían los cabezudos, frente a la fascinación por los gigantes, y recordó con cariño a Gorgorito y las funciones en el parque, que, como dijo, aún resuenan en la memoria de varias generaciones.
Sus recuerdos transportaron al público a las tardes de pipas en los bancos de la plaza, a las excursiones familiares al río en Anguciana o a los veranos en las piscinas municipales, donde aprender a nadar era como “un paseo espacial sin traje, a 4,20 metros de profundidad”.
“Cada llegada a Haro se sentía como un aterrizaje triunfal”
Con humor y ternura, Pérez Grande repasó su trayectoria académica y profesional, desde los años de instituto hasta su marcha a Madrid con 18 años para estudiar Ingeniería Aeronáutica: “Cada llegada a Haro se sentía como un aterrizaje triunfal”, confesó, recordando los largos viajes de antes sin autovía ni comunicación digital. “Ha sido una carrera ligada al estudio permanente y al crecimiento personal, mirando al espacio, pero siempre con los pies en el suelo, de forma discreta, dejando que el ruido sea el que hace los motores del cohete al despegar”, señaló.
“Aunque mi trabajo me lleva a mirar las estrellas, mi órbita vital nunca se ha separado de aquí: Haro es y siempre será el centro de mi sistema planetario”, aseguró la pregonera, que también se siente embajadora de la ciudad: “La respuesta siempre es la misma: vengo de Madrid, pero soy de Haro, en La Rioja, esa pequeña ciudad del Norte de España famosa por sus vinos”.
El tramo final de su pregón fue una invitación a sumarse sin reservas a la celebración: “En nuestras fiestas nadie se queda fuera, hay un abrazo para quien vuelve después de mucho tiempo, una mesa donde siempre cabe uno más, y una canción que todos conocemos”.
Y concluyó con otro guiño a su profesión: “Subamos todos a bordo de este cohete que acaba de partir y preparémonos para una misión que durará varios días y varias noches, sin pausas y sin escalas. Y recordad: en esta misión no hay pasajeros, todos somos tripulantes”. Así dio la bienvenida Isabel Pérez Grande a unas fiestas que no han hecho más que comenzar.
Más imágenes
