En este segundo capítulo continuaremos repasando los términos más meridionales del municipio de Haro. En esta ocasión las acotaciones que seguiremos serán al Norte las primeras viviendas de la carretera de Zarratón (urbanización Costa del Vino y los Viñedos), al Este la LR-203, al Sur los municipios de Rodezno, Zarratón y Casalarreina, y al Oeste la N-124.
Gurrindo es el término más septentrional, ya que limita con los citados pagos urbanos, otrora rústicos.
Continuando hacia las demarcaciones más meridionales, nos encontramos con Santa Águeda, término muy antiguo en la memoria harense, que ocupa una posición central, limitando al Este con el Suero y la carretera LR-203, al Sur con la Zaballa y al Oeste con los Turcos, Altos y bajos, y Carracastañares.
Desde el cielo

Ubicada en este distrito, dato interesante, existió una ermita dedicada a la santa que da nombre al término. Su historia nos es descrita por Hergueta en su libro de “Noticias Históricas”. La primera referencia que da de estos dominios, es una donación hecha por Monniz Núñez al monasterio de San Millán en 1104, documento 479 del códice Galicano, de varias propiedades entre las que se encontraban una viña en “santa Agathea”. Asegurando que el resto de propiedades donadas se centrarían en un término llamado la Vega, deduciendo Hergueta que se refiere a Santa María de la Vega, que sería la beneficiada en nuestro municipio. Pero parece ser que el documento está refiriéndose a un pago de la población de Cuzcurrita, también denominado la Vega. Por lo cual el razonamiento que uniría, hipotéticamente, la viña con nuestro término pierde bastante fuerza. Así que la lógica y la prudencia, nos exige poner en tela de juicio esta primera referencia.
La siguiente reseña parece que sí se está refiriendo a nuestra ermita de Santa Agueda, ya que en 1672 existe una cuenta de 373 reales que se emplearían por el Cabildo, para dar un almuerzo tras el traslado de la santa a su ermita, probablemente primera referencia fiable del santuario. El resto de reseñas referenciadas se deben acerca de las obras que se realizaron a lo largo del siglo XVIII.


Durante los años 1727 y 1728, se realizaron diferentes actuaciones por parte del carpintero Juan de la Torre, tanto en los elementos de madera y en el tejado, intervenciones que, no tuvieron el empaque deseado, ya que únicamente transcurridos 21 años la ermita amenazaba ruina. Por lo que a mediados de este siglo volvería a reconstruirse y consagrarse este santuario. Incluso llegó a conjeturarse que este desidioso abandono y ruina había hecho que influyera negativamente en las cosechas, debido a que esta Santa era protectora de los frutos, del pan y del vino, “guardando de piedra, rayos, arañuelo y otras plagas y contratiempos…” La santa volvería a su ermita en el día de su festividad, el 5 de febrero y su templo quedaría como un conjuradero.
Para finalizar, Hergueta comenta que en su época la medición de las ruinas de su planta ascendían a 27×13 pies, unos 7,5×3,6 metros, encontrándose a unos dos kilómetros de la Villa en la falda de la Zaballa, a la derecha del camino de Zarratón, fijando su total ruina durante la Guerra de Independencia. Comenta, asimismo, que los más ancianos recordaban todavía en la época del cronista, las pasadas romerías que realizaban sus ancestros a la ermita, llegando, posteriormente, a venerarse la imagen a principios del siglo XX en la Basílica de la Vega. A modo de resumen podemos indicar, que hoy en día subsiste un poso de esta devoción, porque todavía se celebra a Santa Águeda, la choricera, en nuestra Ciudad cada 5 de febrero, con los tradicionales bollos “preñaos”.
Contiguo a Santa Águeda, se encuentra el Suero. En este pago todavía podemos observar la estructura del incinerador o crematorio de basura, que se sitúa a los pies de las vueltas de Zarratón.



Por último, nos referiremos al último de los términos de hoy, Fuente Felipe, que ocupa la parte superior del Camino de los Arrieros, hoy la Ap-68, siendo el término más suroriental del municipio. Limita con Rodezno por toda su vertiente sur.
En este territorio, se asienta la fuente homónima a la demarcación, pese a que está prácticamente cubierta por los cambios realizados por la concentración parcelaria. Asimismo, la balsa de riego de la Zaballa se encuentra por encima de esta porción de terreno.
