Las matemáticas son la base sobre la cual se apoyan varias asignaturas de índole científica-exacta (física, química, termodinámica…); por ello, el odiar las matemáticas no solo puede repercutir en el rendimiento del estudiante de cara a esa asignatura, sino que también en otras más que precisan de cierta base matemática. Por ello, cuando nos encontramos con un caso de odio hacia las matemáticas, la primera solución por la que se debería optar es ayudar a que el estudiante deje de odiar las matemáticas.
Las matemáticas se encuentran en todos los sitios y en cualquier lado del planeta, es una ciencia universal que ha podido explicar lo que los ojos no han podido percibir. Para poder cancelar el odio que siente un estudiante lo que se debería hacer es enseñarle el lado bueno que tienen las matemáticas, mostrando casos reales de aplicación y motivando al alumno a investigar el resto de la historia por su cuenta. “Es imposible odiar las matemáticas cuando conoces las aplicaciones que tiene y lo mucho que ha interferido en cómo vemos el mundo en la actualidad”.
Una vez erradicado ese odio hacia la madre de las ciencias es ya momento de conocer a que se debe el poco rendimiento de los estudiantes en dicha asignatura.
Sin muchas dilataciones y hablando con fundamento y con criterio matemático, la falta de éxito en dicha asignatura se debe a la pobre e improductiva forma de enseñar las matemáticas. Las clases de matemáticas de la mayoría de instituciones públicas, e incluso privadas, son las responsables de que los estudiantes tengan problemas a la hora de estudiar matemáticas y, por lo tanto, acaben visualizando las matemáticas como una asignatura aburrida, inabordable y sin utilidad práctica.
Como solución a dicho mal lo que se debería hacer es cambiar el modo en el que se enseñan las matemáticas; sin embargo, como bien sabrás, cambiar algo tan extendido es tan cercano a tirar la toalla; por ello, no queda otra que seguir los métodos de enseñanza de aquellos héroes sin capa conocidos como buenos profesores particulares de matemáticas. Estas son personas que no solo cuentan con los conocimientos matemáticos necesarios como para que el estudiante pueda dar una segunda oportunidad a las matemáticas; sino que, además, cuentan con un método de enseñanza muy diferente al convencional que hará que el estudiante vea las matemáticas con otros ojos.
Todos tenemos una parte racional en nuestra forma de pensar, afirmar lo contrario es igual que negar la evolución que ha experimentado la mente humana a lo largo del tiempo. Dicho esto, estamos convencidos de que todos los estudiantes cuentan con lo que se necesita para entender las matemáticas, lo único que puede fallar es la forma en la que ese conocimiento llega al cerebro, y dicha vía se conoce como metodología de enseñanza. Cambiando la forma de enseñar los resultados cambiarán automáticamente. Así que: ¡Olvídate de la falsa idea de que las matemáticas solo son para algunos privilegiados!
