La industria ganadera es uno de los principales motores del mercado tal y como lo conocemos, por lo que es indispensable poner el foco en todos aquellos recursos que incentiven la productividad en dicho sector primario. Ahora bien, para que esto se produzca en un contexto de responsabilidad social y de respeto por el planeta, la ganadería ha de transformar sus dinámicas en pro de la sostenibilidad. Momento en el que el desarrollo tecnológico tiene mucho que decir; el cual ha provocado que muchos de los métodos tradicionales se adapten a los dispositivos digitales más modernos. ¡Veamos algunos ejemplos de esta nueva realidad corporativa!
La importancia de los crotales para tus rebaños
El seguimiento en lo que respecta al cuidado, crianza y desarrollo de las especies ganaderas se antoja una de las cuestiones más relevantes en esta industria. Lo cual nos lleva directamente a hablar de un elemento de gran interés para este colectivo profesional: los crotales para ovejas, así como aquellos destinados al resto de los animales.
Estas etiquetas sirven para identificar a cada uno de los miembros del ganado, optimizando al máximo la cadena de producción. Gracias a ello, se puede controlar al detalle las diferentes fases por las que pasa el animal: la crianza, el transporte, la manipulación e incluso la distribución al consumidor. Diferentes etapas que, bien llevadas, evitan el derroche de recursos.
Los crotales están compuestos por un total de 12 dígitos y cada uno de ellos recoge información de valor. Los dos primeros detallan el origen del animal, el siguiente habla sobre la autoridad competente, otro es el dígito de control y los dos últimos determinan la comunidad autónoma a la que pertenece. Dichas etiquetas se colocan sobre la oreja del animal y, gracias a la evolución electrónica, todo este proceso de seguimiento se ha optimizado de forma drástica.
Recursos digitales para optimizar el control del ganado
Como bien habrás podido ver, los crotales son una herramienta esencial en el marco de la ganadería y, gracias a los modelos más modernos, el animal no notará que lo lleva. Una característica que, unida a la mejoría del seguimiento en general, hace que la industria se transforme hacia una filosofía más sostenible. No obstante, esto no es más que la punta del iceberg del papel de la tecnología en el sector.
Los crotales actuales llevan un microchip con el que se puede vigilar al ganado en tiempo real a través de un dispositivo móvil. Mediante el envío de la ubicación de la etiqueta, se puede controlar en mayor medida todo lo que sucede en la granja, evitando problemas como ovejas que se escapan o incluso posibles cambios de comportamiento que evidencien problemas en la salud de los animales.
Asimismo, en las mejores empresas de herramientas para ganaderos, también destacan otros sistemas de última generación como los dispositivos de pesaje autónomo. Unos aparatos que optimizan más si cabe la cadena de producción para pulir al detalle la calidad de lo que se está elaborando. Todo ello sin dejar los sistemas de supervisión de tensión del cercado eléctrico, previniendo potenciales riesgos para el ganado.
Cuida de tus animales con los mejores administradores de fármacos
Antes de terminar, queremos otorgar especial interés a una de las novedades más significativas en la industria: los nuevos recursos para la administración de fármacos y los aplicadores orales. Estos productos se encargan de velar por la salud de todos los animales del lugar, evitando posibles virus o enfermedades que pudieran echar a perder la producción.
Al administrar los medicamentos correspondientes al ganado, no solo se está protegiendo al rebaño en cuestión. También es una buena manera de velar por el ecosistema, reduciendo el número de especies necesarias para abastecer al mercado actual. Así como al consumidor final, siguiendo todos los estándares de seguridad alimentaria correspondientes.
Sea como sea, es imprescindible que los ganaderos se adapten a todas estas tendencias en su sector. Las cuales harán que su rendimiento industrial aumente en favor de su propia rentabilidad y, por supuesto, del respeto por la sostenibilidad.