Por fin nos estamos dando cuenta de que aprender matemáticas, lenguaje y ciencias no es suficiente para progresar profesionalmente, y mucho menos, personalmente. De lo que muchos no se dan cuenta es de la relación tan estrecha que existe entre el desarrollo profesional y el personal.
¿Estás estancado en el área laboral?
Crecer en el área profesional es algo que ansía la mayoría de las personas. Seguro que tú también quieres un mayor sueldo, un mejor trabajo o unos proyectos más interesantes en los que trabajar. Lo mismo te ocurrirá si eres emprendedor: querrás que tu proyecto crezca más rápido, tenga más ventas y así poder ganar más dinero.
Pero…¿qué hace que ese progreso laboral no ocurra?
Si lo primero que te viene a la cabeza son cuestiones en las que no puedes incidir directamente, olvídate de ellas. Responde a esta pregunta basándote en cuestiones que tan sólo dependan de ti.
A veces, resulta incómodo de reconocer, pero lo cierto es que en este punto suelen aparecer cuestiones como:
1. Miedos:
Miedo al fracaso.
Miedo a “ir a peor”.
Miedo al qué dirán.
Miedo a equivocarse.
Etcétera.
2. Creencias:
“Eso no es para mí”
“No estoy tan mal”
“No voy a poder”
“Más vale malo conocido, que bueno por conocer”
“Para tener éxito hace falta ser de buena familia”
Etcétera.
Detrás de una persona que rinde por debajo de sus posibilidades siempre hay algún miedo y/o creencia que le impide seguir creciendo. El problema en este punto siempre es el mismo. Se trata de creencias y miedos tan arraigados a uno mismo que, en ocasiones, resulta imposible identificarlos sin la ayuda de un profesional.
Aprendiendo de los mejores
Francisco Alcaide ha pasado gran parte de su vida estudiando a los mayores líderes del mundo, tanto de nuestros días, como del pasado.
Este estudio ha dado lugar a su bestseller “Aprendiendo de los mejores”. En él recoge los aprendizajes de los mejores líderes de la historia que han cambiado el mundo. Todo esto ha llevado a Francisco Alcaide a crear un mantra que repite en todas sus conferencias:
“Tu desarrollo personal es tu destino.”
Alcaide ha podido comprobar como detrás de una persona de éxito no existen unas cualidades extraordinarias, sino trabajo, perseverancia e inversión en uno mismo. No hay desarrollo profesional sin desarrollo personal.
Si eres emprendedor y te paras a reflexionar sobre las principales limitaciones de tu negocio, pronto te darás cuenta de que se tratan de tus mismas limitaciones. Si eres un mal comunicador, tu empresa tendrá una pobre estrategia de comunicación.
Si eres una persona adversa al riesgo, tu empresa no tomará riesgos. Las personas no funcionamos por partes, sino que somos un todo. Por eso tu éxito profesional llegará hasta donde llegue tu desarrollo personal, pero nunca más allá.
Ahora mi pregunta es:
¿Estás dispuesto a mejorar tú para que mejore tu trabajo?