En esta serie de capítulos vamos a cerrar el repaso al conjunto de los términos municipales que componen nuestro municipio. Este último grupo de jurisdicciones se sitúan en la parte más septentrional de nuestro territorio, extendiéndose entre las estribaciones norteñas de los Obarenes hasta los límites con la provincia de Burgos (Miranda de Ebro y su pedanía Ircio) al Norte, el Ebro y la provincia de Álava al Este, los Obarenes al Sur y al Oeste con Villalba.
En la zona Este no nos extenderemos hasta el Ebro, ya que estos territorios los tratamos en los capítulos que dedicamos a los Riscos de Bilibio; se trata de las demarcaciones de la Serna baja y San Felices. El límite que usaremos en este caso es la AP-68.
Los términos más meridionales se corresponden con los que ya describimos en las faldas australes de los Obarenes, Peña Colorada y el Puerto. La siguiente serie de jurisdicciones de Oeste a Este son Peña Escalera y las Campas. Peña Escalera (812 m) es una cota ubicada en el límite entre las comunidades de La Rioja y Castilla y León, al Norte de Villalba, encajonada entre Peña Redonda (Este) y el Rabe (al Oeste). Saliendo de territorio riojano el único camino que asciende hacia esta cota una parte de las estribaciones de este territorio se engloba en nuestro municipio. Asimismo, el tramo de vereda de Villalba a Herrera que discurre por esta demarcación, es denominada en los mapas actuales del I.N.G. como camino de Villalba a Peña Escalera. Por otro lado, dentro del Iberpix se nombra este término como los Llanejos.
Las Campas es uno de los territorios históricos de nuestro municipio, siendo ya nombrado en diversa documentación a lo largo del tiempo. Debemos tener en cuenta que estos pagos, durante la alta Edad media, eran el medio de subsistencia de una población altamente ganadera. Los habitantes de Bilibio, Cellorigo, Ternero o Buradón estaban obligados a pagar al monasterio de San Millán un tributo compuesto por carneros, lo que demuestra el carácter pecuario de estas gentes y corrobora una toponimia consecuente con la actividad (hay múltiples nominaciones de dehesas, corrales o praderas en todo el entorno). El paisaje que observamos en la actualidad se corresponde, en su mayoría, con repoblaciones modernas, ya que antiguamente la zona debía presentar una imagen de pastos y monte bajo.
Pago que también es muy importante por los diversos restos de actividades metalúrgicas, desde explotaciones de pequeñas minas, hornos y diferentes desechos de subproductos de la actividad de la fundición. Este dato es consecuente con los espacios cercanos de Herrera (donde existía una importante actividad metalúrgica que ha bautizado a una parte del valle de Gobera, Ferrería>Ferrera>Herrera, o al otro lado del Ebro en el entorno de Peñacerrada con el puerto de Herrera).
Al norte de Peña Escalera, rodeados por las Campas orientalmente, se encuentran una serie de pequeños territorios que se vertebran alrededor de los caminos que los atraviesan. El primero que encontramos es el Mojón de la Somadilla, nombre que tiene una referencia doble, al pago de la Somadilla y a una serie de mojoneras que se hallan en la zona. Se separa de Peña Escalera por el camino antiguo de Villalba al monasterio de Herrera. Los mojones que manifiesta son los antiguos hitos utilizados para delimitar los pastos del monasterio y la villa de Haro, siendo la causa de múltiples pleitos por dichos pastizales, su uso y disfrute, tal como trataremos en un capítulo ulterior.
Al Este del Mojón y Oeste de las Campas, se encuentra el pequeño pago del Pucherillo. Este diminuto y alargado territorio se estructura alrededor del camino o senda homónima, proviniendo su nombre de una antigua y conocida fuente que en la actualidad presenta múltiples daños, ya que dejaría de brotar en la época que se realizaría el desmonte de la AP-68, por lo que los indicios parecen apuntar a un desajuste en las capas freáticas de la zona, hecho no verificado, pero bastante plausible.
El camino del Pucherillo es la denominación que recibe en este pago el camino del Puerto. Ya hemos expuesto en otros capítulos que esta vía era el principal trayecto que unía Haro con el monasterio de Herrera y las Salinas.
La senda del Pucherillo, en el final de esta demarcación, se bifurca en dos veredas que confluyen con una tercera, que es la pista de las Campas. Esta vía es perpendicular a la del Pucherillo, sobre la cual volveremos a tratar en el siguiente capítulo. Solo señalaremos que, al Sur de este cruce, y encajonado con el término del Pucherillo, se encuentra el minúsculo pago de la Mina. Nos quedamos ahora en la bifurcación que se forma en este cruce. La primera vereda, con un rumbo Norte claro, era el conocido como camino de la Mina, que finaliza en las Salinas, y que no deja de ser el tramo final del camino del Puerto. La denominación de este corredor sería pues, el Puerto-Pucherillo-La Mina. La otra senda es la conocida como la de los Abades. Su derrota es Noroeste, buscando el Monasterio.
Entre estas vías y el camino de Villalba se engloban los últimos términos que presentaremos hoy. Por encima del mojón de la Somadilla, se encuentra Berozal. Esta denominación parece devenir de un localismo que significa tierra de brezos (Berozo>Brezo). Ocupa una posición central entre los Caminos de Villalba-Herrera y la Senda de los Abades, extendiéndose hasta el límite con Burgos. Justo ya en este límite y la vía a Villalba, hay una pequeña franja que se denomina la Somadilla. Este término hace referencia a que desde este punto ya era visible el antiguo campanario del Monasterio, con lo que la expresión que “asomaba la torre” devino en: Asomar>Asomadilla>Somadilla. Está demarcación se encuentra sobre la otrora conocida fuente de las Cañas, ya en terreno burgalés. Entre la Senda de los Abades y el camino de la Mina se encuentran los dos últimos términos a estudio hoy: Emborrachaperros y las Ollerías. El primero, en mi opinión, tiene el honor de ser la jurisdicción con el nombre más curioso de nuestro municipio, desconociendo el origen o significado. En cuanto a las Ollerías, es una franja prácticamente pegada al limes burgalés y las Salinas, y que deduzco recibe el nombre porque en él se desarrollaría una actividad alfarera.