El CD Izarra, uno de esos equipos que formaban parte del calendario tradicional del Haro cuando riojanos y navarros formaban parte de la misma territorial, ya fuese en Tercera o en una de las preferentes más duras y disputadas que se han conocido, vuelven a encontrarse en Merkatondoa este domingo (18:00 horas) ocho años después.
Se rozaron de forma tangencial en la temporada 2010/2011 en un playoff de ascenso a Segunda B que acabó con las aspiraciones del equipo jarrero en Estella. La escuadra que dirigía entonces Roberto Ochoa afrontó la vuelta con un resultado ya de por sí adverso (1-2) y cedió el paso a un rival que acabaría eliminando al Racing de Ferrol en la segunda eliminatoria pero perdiendo, en la tercera, ante el Olimpic de Xàtiva. El ascenso de los forales estaba programado, en realidad, para la siguiente temporada aunque con su regreso a la categoría, donde ya habían militado un año antes, confirmarían su condición de lo que se suele denominar ‘equipo ascensor’ hasta hace cinco campañas.
Un partido incómodo para el Haro
Desde 2015 se ha consolidado en la Segunda B y ése sigue siendo, en realidad, el objetivo con el que afrontan este nuevo curso en el que vuelve a verse las caras con un animado Haro Deportivo y se recupera así uno de los grandes clásicos del pasado.
Pero no será, ciertamente un partido cómodo para los de Aitor Calle. Y menos en la cancha estellesa que, aun habiendo reconvertido el terreno de césped natural en moqueta artificial, sigue manteniendo las mismas características que la convirtieron en una de las más pétreas de la territorial Navarro-Riojana. La afición de casa está encima mismo de los jugadores y los visitantes acostumbran a sentir con enorme intensidad la presión ambiental del municipal de Estella. Otro reto más para los blanquinegros.
El once base del equipo que entrena Unai Jáuregui se sustenta sobre Álex bajo palos; con Eguaras, Maestresalas, Cabrera y Pablo Ruiz en línea de retaguardia; Cisneros, Hinojosa, Toni, Ardanaz y Yoldi; en la zona ancha; y Laborda como único referente de ataque. Pero el duro revés encajado el pasado domingo en Vitoria ante el filial del Alavés (4-0) vaticina algún cambio en la alineación con la que se medirá este domingo al Haro, que llega a la cita tras ganar por la mínima al Guijuelo.
Sobre el papel un duelo en el que se miden dos equipos que luchan por el mismo objetivo, la continuidad en Segunda B, y que están igualados a puntos, al haber sumado dos victorias y un empate hasta la fecha. El Izarra firmó tablas en su feudo ante la Real Sociedad (1-1) y superó al Barakaldo a domicilio (1-2) y al Leioa (2-0), después de arrancar la temporada con otra goleada en Valladolid (4-1).
Aitor Calle, que otorga al duelo “enorme trascendencia”, no se fía lo más mínimo y advierte de las dificultades que entraña mediarse a “un equipo muy trabajado en su campo” y que “sabe emplear cada centímetro de campo, planteándote siempre encuentros muy duros de ida y vuelta”. Para el técnico vizcaíno, estas condiciones convierten al conjunto navarro en “un duro rival”, a pesar de la pérdida de consistencia que muestra hasta la fecha lejos de casa.
“Queremos volver con los tres puntos”
Pero el Haro, con todo, se marca un reto bien claro. “Queremos volver con los tres puntos”, afirma Calle. “Sabemos que vendrá gente desde Haro y queremos devolverles la confianza y el apoyo. Son un gran equipo y su campo es un fortín. Pero somos conscientes de los riesgos de esta categoría. Tenemos claro que cada uno de nuestros partidos va a recordar a cualquier partido de play-off que se haya vivido anteriormente”, asegura el entrenador blanquinegro.
Calle asume para el choque de este domingo las bajas de Unai Arguiarro, que sigue recuperándose de sus dolencias musculares, y de Iván Arana, cuya situación es más delicada y se plantea a más largo plazo. Lo que parece una temeridad es esbozar el hipotético once con el que arrancará el Haro de salida en Estella. La alineación elegida por el entrenador vizcaíno para lograr ante el Guijuelo la primera victoria en casa la jornada anterior demuestra que puede haber sorpresas. Todo se andará.