El Haro cierra ante los suyos una temporada aciaga, muy alejada de lo que se esperaba del equipo. Muchos imaginaron un curso de tránsito tras la caída de Segunda B en la trampa de la restructuración del fútbol nacional. La temporada, reconvertida en un páramo por unas y otras causas, finaliza en El Mazo, y a la espera del último duelo que disputará en La Molineta ante el Alfaro, con una goleada que aporta, al menos, cierto alivio y dulce, generando buenas expectativas porque buena parte de ese resultado llegó gracias a la participación de varios jugadores de la cantera.
El triunfo ante el Cenicero, el conjunto que, curiosamente, destapó la crisis deportiva en el cuadro blanquinegro, casi al cierre de la primera vuelta, echa la persiana en el municipal de El Mazo a la espera de un nuevo curso que se espera más ilusionante.
El choque, marcado en cierto modo por la brisa del suroeste que soplaba con ganas sobre El Mazo, se convirtió, al inicio, en un monólogo que siguió al susto generado a los seis minutos de partido por Abdou, que aprovechó un balón suelto sobre su posición para soltar un latigazo a bote pronto que salió rozando el palo de la portería defendida en esta ocasión por Álvaro Iso.
Dominio sin fisuras del Haro
Con todo, fue una jugada aislada, pero también una advertencia para la formación de Txejo que arrancó a hilvanar su juego para asomarse después al marco de Raúl García con cierta frecuencia y relativo peligro.
El primero que lo intentó fue el chaval de la cantera, Iván Rivada, que ya había jugado ante el Arnedo, que se sacó de la manga un disparo a contrapelo que salió ligeramente alto a los dos minutos y no acertó a dar con el marco después de recibir un pase filtrado al corazón del área por su compañero de fechorías Iván Arana, que hizo bueno el servicio recibido desde la medular antes de cumplirse los 10 minutos de choque.
El equipo, alentado por la solvencia con la que se desarrollaba el juego ofensivo, siguió aproximándose con cierto peligro a las inmediaciones de Raúl García. Guayo resolvió un saque de esquina con un tiro colocado que despejó a córner un defensor de cabeza. Poco después lo intentó Euken Herrojo de cabeza tras un saque de falta lanzado por César Balda, pero el remate se topó con un ágil Raúl García que despejó a córner de manera acrobática. Corría el minuto 20, y el Haro parecía haber tocado zafarrancho de combate.

Y es que el bloque de El Mazo se había hecho ya con el control del balón ante un rival que optaba por ceder espacios y martilleaba una y otra vez sobre el área del Cenicero, pero allí su defensa, férrea, se convertía en su mejor baza.
El Haro intentó reventar esa muralla. Primero con un misil de Zunzunegui para lanzar un disparo que repelió el portero. Fue el aviso de lo que poco después iba a llegar. César Balda, que ya anotó la semana pasada ante el Arnedo, volvió a ser vital rematando de cabeza el buen centro desde banda derecha de Gonzalo Andrés. El remate lo sacó el portero, pero el rechace llegó a los pies de Martínez-Lacuesta que acertó para firmar el primero de la tarde.
Protagonismo de los canteranos
Con este primer gol todo apunta a un desmoronamiento de la defensa del Cenicero, que se veía claramente sometido por el Haro. Sin embargo, ese balance positivo para el Haro no se iba a traducir en nada, a pesar de la evidente superiorida del cuadro de Txejo.
En ese tramo de encuentro, Álvaro Iso, un espectador más en una tarde apacible en El Mazo, pudo ver desde la distancia varias ocasiones de los suyos, pero sin acierto.
Zunzunegui aprovechó un error de la zaga para ganar ángulo de tiro y ver cómo Raúl García repelía el lanzamiento y Balda remataba fuera tras su rechace, y el propio Balda trianguló con Yeray Viana y Euken Herrojo, que cerró la transición con un remate al primer palo que sacó la defensa.
El Haro siguió apretando y consiguió premio a tanta insistencia. Llegó el segundo tanto con el que acabaría derrumbando el muro del Cenicero, que se sintió a partir de ese momento contra las cuerdas. Balda agarró la bola en el exterior del área, se adentró en ella en jugada personal y acabó batiendo al meta del Cenicero por bajo, para repetir diana dos minutos después tras un servicio al segundo palo por donde se movía en escaramuza para colar el cuero y sentenciar el partido a 20 minutos del final.

Lo demás fue un paseo. Takumi entró en banda derecha por César Balda poco después de cumplirse la media hora del segundo tiempo, y el nipón le dio más profundidad si cabe a las transiciones y Gonzalo acabaría explotando esa estrategia para servir desde el carril un balón que iba a rematar de cabeza Zunzunegui a las manos del portero rival, rodilla en tierra, antes de asistir dentro del área a Yeray para que anotase el cuarto de la tarde (4-0).
Con el partido finiquitado y el Haro en avalancha, el Cenicero se encontró sin mecanismos ni recursos para achicar balones. En estas fue Takumi el que volvió a proyectarse por banda derehca después de adornarse con un precioso taconazo de Gonzalo Andrés. El nipón sirvió un balón perfecto dirigido a la cabeza de Álvaro Marcos, que remató de manera inapelable para que el quinto y definitivo subiera al electrónico.
Ficha del partido
Haro Deportivo 5 – CD Cenicero 0
Haro Deportivo: Álvaro Iso, Calvo (Aritz 46′), Uzal, Arana (Álvaro Marcos 59′), César Balda (Takumi 71′), Luis Martínez-Lacuesta, Euken, Salaberria, Guayo (Viana 46′), Gonzalo Andrés e Iván Rivada (Zunzunegui 19′). Sin jugar: Javi Ríos y Barragán.
CD Cenicero: Raúl García, Narro, Juárez, Jorge Lázaro (Adrián González 66′), Ojeda, Pedro Rodrigues, Armenteros, Abdou, Viciana (Sergio Orte 78′), Jerónimo Infante y Millán Sáez (Manuel Infante 88′).
Goles: 1-0. Luis Martínez-Lacuesta 31′, 2-0. César Balda 65′, 3-0. César Balda 67′, 4-0. Viana 82′ y 5-0. Álvaro Marcos 87′.
El colegiado del encuentro, Jesús Vasaldúa Justo mostró una tarjeta amarilla al visitante Jorge Ojeda.
Partido correspondiente a la jornada 29 disputado en El Mazo ante unas 500 personas. El club celebró un gran sorteo del jamón y más productos con motivo del último partido en casa de la temporada, y otro gran sorteo entre el público infantil.
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