El Garnacha alcanzó ayer el ecuador de esta edición. El certamen ya se encuentra en medio del bosque. Es ese momento crítico en el que, rodeado de árboles, uno pierde la perspectiva, deja de ver el bosque y teme no poder salir de él. Fue el momento en que la compañía ganadora del año pasado defendiera título en las mismas tablas donde recibió los laureles. Sing Us llegaba al centro del bosque con una propuesta tan valiente como estimulante. “Payaso!” es un espectáculo musical en forma de falso documental sobre la vida de un clown. Poca broma para una comedia musical.
Como ocurría con los personajes de la Comedia del Arte, el arquetipo del clown es una puerta a mirar las cosas de otra manera, desde otro sitio, con la valentía que da saberse vulnerable. La nariz roja como la máscara más pequeña del mundo. Por esa puerta entran Alberto Frías y Ernest Fuster y explican, con música y gags, la entretenida y curiosa vida de Daniel, un payaso de Chinchón que ya nació con la nariz roja.
Algún árbol, poco bosque
Frías defiende a Daniel con mucha voluntad y un talento musical sin discusión con la ayuda de un escudero de excepción. Ernest Fuster acompaña las peripecias vitales de Daniel tanto con melodías al piano como con personajes hilarantes como esa primera aparición de los padres de Daniel.
Poco a poco, la obra se va adentrando en un bosque en el que, llegado a la mitad del camino, ya solo hay árboles y cuesta volver a ver el bosque. En ese trayecto, entretenido por momentos, hay algún árbol que no está mal, como las actuaciones musicales poderosas y seguras de Alberto Frías, pero el bosque se desdibuja con un texto con pocos matices donde el Daniel que conocemos al principio es el mismo que al final. Los gags, a veces demasiado fáciles, y los números, sin paciencia para conectar al público con el espíritu del clown, dejan que la capacidad de emocionar descanse únicamente en la música y la voz de Alberto Frías.



Micrófonos ‘rotos’
Una música y unas voces que, precisamente, se vieron deslucidas por contantes problemas de sonido a lo largo de toda la función. No es la primera vez que ocurre en lo que llevamos de Garnacha, pero en un espectáculo musical los problemas técnicos se convierten en protagonistas. Saturación de los micrófonos de los actores, zumbidos habituales y música y voces descompensadas, hicieron que el viaje desigual, plano, pero esforzado de Daniel, no terminara de fluir.
Un clown no quiere hacer reír, solo quiere que le quieran. Daniel Roldown continúa en la mitad del bosque rodeado de árboles empeñado en hacer reír. No se da cuenta de que no es necesario porque ya le habíamos cogido cariño.
El acto final
Tras este fin de semana, la fase oficial tendrá su tercer y último acto los días 7, 8 y 9 de diciembre. “Señora Einstein” de Teatro de Fondo, “Redada familiar” de Vaiven Producciones y “Muchos amigos negros” de Ados Teatroa serán los tres montajes que cierran el certamen.



