El Ayuntamiento de Ezcaray anuncia “un avance histórico” para el municipio: la radio se escucha ya con total nitidez en toda la villa, algo que durante décadas había sido prácticamente imposible debido a la compleja orografía del valle, uno de los factores que más ha condicionado las comunicaciones en la zona.
La instalación y puesta en marcha del nuevo centro reemisor en la Picota de San Torcuato —fruto del convenio firmado entre el Ayuntamiento y CRTVE (Corporación Radiotelevisión Española)— marca un antes y un después para Ezcaray. Con esta infraestructura, ya operativa, se resuelve una limitación que afectaba a cientos de vecinos, establecimientos comerciales, alojamientos turísticos y visitantes, que convivían desde hace años con la imposibilidad de recibir una señal radiofónica estable.
El alcalde, Diego Bengoa, ha subrayado que “este hito supone poner fin a una carencia histórica. Nuestro valle, encajonado y rodeado de montes, hacía que la radio no llegara en condiciones. Hoy podemos decir que Ezcaray se sitúa al nivel que merece y que cualquier persona puede sintonizar sin interferencias. Era una deuda pendiente con nuestro municipio, y ya está saldada”.
Papel de RNE
El Ayuntamiento quiere reconocer “especialmente” el papel de dos personas cuya implicación ha resultado decisiva:
Pepa Fernández, hija adoptiva de la villa, que impulsó personalmente esta iniciativa, trasladó la necesidad de Ezcaray y mantuvo su compromiso desde el primer día hasta ver el proyecto hecho realidad.
Roberto Santamaría, director de RNE, cuya colaboración técnica, seguimiento continuo y disposición en todo momento han permitido que el reemisor esté instalado y funcionando a pleno rendimiento.
Asimismo, el Ayuntamiento agradece el trabajo realizado por los técnicos de Radio Nacional en La Rioja, responsables directos de la instalación y puesta a punto del centro reemisor, cuyo trabajo ha sido fundamental para culminar con éxito este proyecto.
La puesta en marcha del centro reemisor en la Picota de San Torcuato permite afirmar que, por primera vez, Ezcaray escucha la radio como siempre debió hacerlo: con claridad, estabilidad y calidad. Un avance que cierra una reivindicación de décadas y abre una nueva etapa en las comunicaciones del valle.





