El consejero de Cultura, Turismo, Deporte y Juventud, José Luis Pérez Pastor, ha visitado la localidad de Pradillo de Cameros para anunciar la declaración inminente como Bien Cultural de Interés Regional del conjunto de bancos con azulejos publicitarios que flanquean la carretera N-111 a su paso por el municipio.
Durante la visita, en la que ha estado acompañado por el director general de Cultura, Roberto Iturriaga, y la alcaldesa de Pradillo, Anais Martínez, el consejero ha destacado estos bancos como “mucho más que un elemento decorativo ya que representan la memoria colectiva de Pradillo y de toda La Rioja, uniendo historia, paisaje e identidad local”. Así, ha añadido que “la declaración como Bien Cultural de Interés Regional es un paso más en la protección de este elemento singular de publicidad histórica”.
El conjunto está formado por catorce bancos de hormigón armado, dispuestos en dos hileras —siete a cada lado de la carretera— con respaldo central orientado a la vía. En 1935, catorce empresas riojanas decidieron aprovechar estos respaldos para publicitar sus negocios con rótulos de azulejos procedentes de la fábrica Cerámicas Riojanas. En ellos se conservan anuncios de comercios emblemáticos como Almacenes Garrigosa, Grand Hotel, Marco y Ramírez, Amelivia, Eugenio de la Hoz, Garaje Elías, Marrodán y Rezola, Viuda de C. Solano, Fito, Leopoldo Herrero, Herrero Riva y Cía, El Conquistador, Alejo Martínez y Calzados Antón.
Reciente restauración
La reciente restauración del conjunto permitió reparar los efectos del tiempo, la vibración del tráfico y los inviernos de la sierra, devolviendo a los bancos su colorido original y garantizando la estabilidad de los azulejos cerámicos. Con la declaración BICR, este mobiliario urbano queda inscrito en el Registro de Bienes de Interés Cultural de Carácter Regional de La Rioja, lo que asegura su conservación y la protección de su entorno.
El Gobierno de La Rioja reconoce así el alto valor artístico, histórico y etnográfico de estas piezas, que testimonian la evolución de la publicidad, la vida comercial de la región y las primeras técnicas industriales del siglo XX, a la vez que constituyen un punto de encuentro social para vecinos y viajeros en pleno corazón de la Sierra de Cameros.
Con esta declaración definitiva, el Ejecutivo regional reafirma su compromiso con la preservación del patrimonio popular, incorporando a la lista de bienes protegidos un elemento singular que une memoria colectiva, historia del comercio y paisaje cultural de La Rioja.