Hace algo más de un año comentábamos entre varios amigos la situación de Haro y a grandes rasgos alcanzamos un diagnóstico en el que de una manera u otra todos coincidimos: nuestro pueblo está muriendo.No de manera definitiva, pero sí ese Haro que todos hemos conocido en algún momento. Del que nuestros mayores nos hablan. De esas calles llenas de vida e historias de una Herradura que vivía de lunes a domingo. De unos Jardines de la Vega abarrotados en las infinitas tardes de verano. De una vida social que no finalizaba en los límites territoriales de ese Haro que apenas era un proyecto sobre un papel cuando nosotros llegamos al mundo. De una localidad que no dependía del foráneo ni de la fama mundial de su Barrio de las Bodegas para decir algo, para elevar su voz en La Rioja. En definitiva, Haro ha cambiado mucho, nosotros, los protagonistas de su historia también.
Dentro de esta sintomatología, que no deja de ser en mayor o menor medida la común a todos esos municipios que abarca la “España vaciada”, también tocaba hacer autocrítica. Y sí, era más que evidente que las últimas generaciones de jarreros y jarreras no estábamos dando todo de nuestra parte para cambiar el curso de una tendencia que parece incontestable. Y en esa misma conversación decidimos que era el momento de que los jóvenes de Haro diéramos un paso al frente.
“Era el momento de que los jóvenes diéramos un paso al frente”
Más allá de esa definición, la de jóvenes (que esperemos no hiera sensibilidades entre aquellos que versen entre ciertas edades ambiguas) era fácil identificar a diferentes personas de edades coetáneas a las nuestras, los nacidos sobre la línea divisoria del siglo XX y XXI, que sí llevan años ejerciendo un papel activo aunque atomizado en las diferentes plataformas de la localidad.
Bajo estas premisas decidimos crear un espacio que permitiera a los jóvenes adquirir el protagonismo que este momento de la vida nos reclama. El momento de que demos un salto que no se limite a la vida festiva, sino que nos permita también percutir en otras materias culturales en las que también tenemos que dar una cara que por el momento no estaba ni se esperaba. Así nace la Peña Jarana Haro, el resto de la historia la iremos contando, ahora sí, como protagonistas.
