Sonreír cuando se lleva ortodoncia puede llegar a ser muy difícil para algunas personas. La timidez, pensar en el qué dirán o sentirse extraños son algunos de los factores que llevan a quienes la llevan a no atreverse a sonreír. Por supuesto, algunos tipos de ortodoncias, como la ortodoncia invisible, facilitan el proceso y ayudan a que los pacientes se acostumbren antes y se sientan más seguros. Sin embargo, cada persona es diferente, por lo que vamos a comentar algunos tips de gran ayuda para sonreír con confianza durante el tratamiento.
1. Mantén una buena limpieza
Una de las medidas básicas y claves que se han de tomar a la hora de no temer mostrar nuestra ortodoncia es mantenerla limpia. La preocupación porque se hayan quedado restos de comida en la ortodoncia es uno de los motivos por los cuales no se sonríe con confianza. Por eso, una buena limpieza es esencial para quitarnos dicha preocupación, y no solo eso, además, permitirá que el tratamiento se desarrolle como debe. De esta manera, un buen mantenimiento de la ortodoncia nos ayudará a lucir una sonrisa bonita, limpia y sana.
2. Cuida tu boca
En relación con el punto anterior, también es de gran ayuda para sonreír con confianza cuidar y tratar las pequeñas molestias que puedan surgir con el tratamiento. Las llagas, por ejemplo, son un problema común que, aparte de resultar dolorosas, también pueden causar que la persona no quiera sonreír por miedo a que se vean. Por eso, lo mejor que podemos hacer, si salen, es tratarlas y cuidar de nuestra boca. Así nos resultará más fácil olvidarnos de que llevamos ortodoncia y, por ende, sonreír con naturalidad.
3. Practica la sonrisa
Algunas personas se sienten muy inseguras al sonreír porque creen, o consideran, que no saben hacerlo. Para estos casos, lo mejor es practicar la sonrisa delante de un espejo hasta que nos acostumbremos a vernos y estemos seguros. Asimismo, también podemos realizarnos fotos con diferentes sonrisas para lograr el mismo objetivo, aunque lo mejor es que sonriamos con naturalidad, y para ello, nada mejor que la risa. Reír nos ayudará a mostrar una sonrisa natural y sin complejos, por lo que, cuanto más rías, más sencillo te resultará acostumbrarte a enseñar tu ortodoncia.
4. No pienses en la ortodoncia
Por último, aunque parece lógico, la mejor manera para sonreír con confianza cuando llevamos ortodoncia es olvidarnos de ella. No obstante, algo que parece tan sencillo de hacer no lo es tanto, puesto que la vemos todos los días a la hora de lavarnos los dientes, pero se puede lograr. Para ello, hay que mentalizarse de que no importa lo que piense el resto de nosotros, porque en realidad, que llevemos ortodoncia o no no es una preocupación suya. Además, es mejor pensar en el resultado y lo bien que nos sentiremos tras finalizar el tratamiento, es decir, mantener una actitud positiva. De esta forma, ni siquiera nos daremos cuenta de cuando estamos sonriendo, pues lo haremos con confianza y naturalidad.