La consejera de Salud, Sara Alba, el consejero de Educación, Pedro Uruñuela, y el director general de Salud Pública, Consumo y Cuidados, Pello Latasa, han presentado hoy la campaña de vacunación infantil frente al COVID-19 que el Gobierno de La Rioja va a poner en marcha a partir del próximo 15 de diciembre.
La inmunización de los niños de 5 a 11 años se va a desarrollar de manera fundamental en los propios centros educativos. “Estamos convencidos de que es el mejor método por nuestra experiencia tras décadas de campañas de vacunación infantil en los colegios”, ha explicado la consejera de Salud, Sara Alba, que ha detallado que “acudir a los propios centros facilita el acceso de las familias al proceso de vacunación y esto nos permite alcanzar mayor cobertura, que es nuestro principal objetivo: proteger del virus al mayor número de niños posible”.
Con el objetivo de vacunar a los niños de la forma más eficaz y rápida posible, por parte del equipo de vacunación se ha diseñado una planificación que permita la continuidad de la campaña a pesar de la coincidencia con las vacaciones escolares navideñas.
Vacunación en el CIBIR entre el 23 de diciembre y el 4 de enero
En este sentido, entre el 23 de diciembre y el 4 de enero, se habilitará un punto de vacunación fijo en el Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR) dirigido a la inmunización específica del colectivo infantil. En este caso, los niños deberán acudir acompañados por su madre, padre o tutor legal que recibirán un SMS indicándoles el día y la hora a los que deben acudir.
La previsión es haber administrado la primera dosis de la vacuna pediátrica a alrededor de 22.000 niños de entre 5 y 11 años a mediados de febrero. A partir de ese momento, se procedería con la administración de las segundas dosis que se hará a partir de las ocho semanas, tal y como ha determinado la Comisión de Salud Pública.
“Es muy importante que protejamos a los menores de estas edades no sólo de la enfermedad en su faceta aguda, de la que en absoluto están exentos, sino también ante posibles afecciones a futuro y frente al síndrome de COVID persistente”, ha insistido Sara Alba, que ha detallado que, precisamente, el grupo de edad de 5 a 11 años constituye en la actualidad el de mayor incidencia. “Su inmunización resulta fundamental tanto para evitarles riesgos como también para reducir la actual transmisión en el entorno familiar, en los centros educativos y, en definitiva, en toda la comunidad”, ha concluido la consejera de Salud.

La vacunación frente al COVID-19, “clave” en el descenso del impacto de la gravedad
Durante la rueda de prensa, Sara Alba ha puesto en valor que “los riojanos están demostrando desde el inicio de la campaña de vacunación frente al COVID-19 su gran compromiso” y que La Rioja “está desarrollando una campaña de vacunación impecable y exitosa”.
En este sentido, ha destacado que 257.683 riojanos disponen de la pauta completa de vacunación, lo que representa el 90,7% de la población mayor de 12 años, y que hay 262.578 riojanos que cuentan con, al menos, una dosis, es decir, el 92,5% de la población diana.
Así mismo, la consejera de Salud ha detallado que el 78,1% de los mayores de 70 años ya cuentan con la vacuna de refuerzo, que el 20% de los mayores de 60 a 69 años también disponen de ella y que, en cuanto a los profesionales sanitarios, el 73% también ha recibido ya su correspondiente protección extra. “Nuestro objetivo es que la población, más vulnerable y expuesta al virus, cuente con la dosis de recuerdo antes de Navidad y trabajaremos sin descanso para conseguirlo”, ha defendido Alba que ha agradecido “a todos los profesionales sanitarios y, en especial, a las enfermeras el esfuerzo titánico que están llevando a cabo para hacerlo posible”.
Por su parte, el director general de general de Salud Pública, Consumo y Cuidados, Pello Latasa, ha defendido que “la vacuna supone un antes y un después en esta pandemia”. Para avalar dicha afirmación, Latasa ha explicado que, gracias a la vacunación frente al COVID-19, la hospitalización de casos COVID se ha reducido un 90%, la de los ingresos en la UCI hasta un 80% y la letalidad en un 94%.