Por adelantado quiero deciros que no voy a caer en los tópicos sobre lo que se piensa de los chinos en Occidente; me voy a basar en mi observación durante mis meses aquí. Es probable que algunas os choquen, os disgusten u os dejen con el culo torcido, pero cuando penséis así, recordad que las costumbres occidentales y, particularmente, las españolas son de aúpa: la fiesta de la Matanza, el toro embolado o el museo del jamón, por poner algunos ejemplos, escandalizarían al 100 por cien de los asiáticos. Así que al loro.
‘La Hora Chocante’
Top 10: Los aperitivos a base de carne deshidratada. Les encanta y hay una infraestructura de tiendas por toda la ciudad donde puedes comprar esta carne deshidratada. La hacen de todo tipo de sabores, mezclando especias, etcétera. La comen a todas horas. En los descansos del trabajo, reuniones sociales, etcétera. Yo la he probado y… no me gusta.
Top 9: Los escupitajos. Escupen todo el tiempo. Es cultural y totalmente aceptado como pueda ser un estornudo pero a mí no deja de chocarme. Además de ser desagradable al oído y la vista y en algunas calles tienes que ir atento para no pisarlos. Los taxistas, en mitad de la carrera, escupen a la calle sin escatimar en ruidos. En fin. Os lo podéis imaginar. Un cuadro.
Top 8: Fumar en los baños. Los chinos fuman en todos los sitios. No se cortan un pelo. Taxis, hospitales… Pero donde realmente me flipa es cuando lo veo en los baños del trabajo o en los de los restaurantes. Hacen un descanso y se van a fumar al baño. Os podéis imaginar al entrar qué bonito recibimiento de olor. Pensad que en ese sentido es muy parecido a España, 20 años atrás, cuando todavía se podía fumar en cualquier sitio, incluso en hospitales.
Top 7: La femineidad de las mujeres chinas. Si hay una mujer femenina es la china. Y no hablo de que se cuiden o que se pinten o cosas así. Me refiero a la femineidad natural, que brote y se pueda observar a simple vista: formas, olor, todo es femenino. Así que es un placer simplemente pasear o ir en el metro. Ellas lo saben y son súper amables y sonríen. (Pero ojo, no es oro todo lo que reluce, esto da para otro ‘post’ así que en otro momento os contare más cosas sobre este tema que seguro que interesa).
Top 6: Lo mal que conducen y los pocos accidentes que hay. Y preguntaréis: ¿Como es eso posible?. Pues yo he llegado a la conclusión de que como vivimos en una ciudad de 30 millones de habitantes, la gente tiene desarrollado un sexto sentido para evitar choques: por la calle, en el metro, en la autopista… y claro, un españolito como yo cuando llego aquí parecía una peonza chocando contra todo el mundo. Pero sus habilidades al volante… ¡Ay dios! ¡Imposible lidiar con los chinos al volante!.
Top 5: El increíble funcionamiento del metro. Conozco el metro de Londres, Paris, Madrid, Tokio, Bangkok, Barcelona y muchas ciudades que me olvido y os puedo decir que con mucha diferencia el mejor metro del mundo es el de Shanghai. Amplio, rapidísimo, con trenes súper frecuentes y muy puntual. Todo esto permite que una ciudad de 30 millones de habitantes se mueva ágil todos los días.
Top4: Los cines de lujo. Se han puesto de moda aquí y no sé si en España ya los hay también. Los cines de lujo o para ser mas claro: puedes ir al cine y alquilar una habitación según la gente que seáis. Sillones “Chaise Longue”, máquinas de palomitas privada, bebidas… Sí, caro, pero la experiencia de usuario es increíble. Claro que sí.
Top3: Las preguntas de las primeras citas. Sí, amigos. La primera vez que tuve una cita con una chica china sus cinco primeras preguntas fueron en torno a mi situación económica. Mi coche, si tenía apartamento en propiedad, mi puesto en la compañía donde trabajo. Esto aunque le pueda chocar a muchos es algo cultural y totalmente aceptado entre los chinos.
Luego me dí cuenta que también dependía mucho del lugar de nacimiento de la muchacha. Ya que si la susodicha es nacida en una gran ciudad y no viene de ciudades más rurales no preguntara estas cosas y podrás tener una cita más a la ‘Occidental’.
Top2: La confirmación de que todos los chinos juegan bien al ‘Ping Pong’. Flipas. Lo llevan en el ADN como los brasileños el fútbol o los catalanes ahorrar. Un niño de cinco años podría perfectamente vapulearte sin sudar una sola gota. En mi urbanización tenemos unas mesas de ‘Ping-Pong’ y creedme, sé lo que digo.
Top 1: Beber agua caliente como si no hubiese mañana. La que más me chocó al llegar aquí y aún me choca es ver como beben agua caliente a todas horas. Y no hablo de té o agua con limón. Hablo de agua caliente. Les encanta y tiene sentido, ya que dice que les asienta el estómago y es bueno para limpiar el interior, pero qué queréis que os diga, yo jamás he podido con ello.
En fin, esta es la vida cotidiana en China, curiosa, desesperante, excitante y muy, muy sorprendente para un ‘western’ como yo.