La Policía Nacional de La Rioja ha logrado recuperar un cáliz de plata del siglo XVIII que fue robado en el año 2016 de un convento en la provincia de Cáceres. La pieza, de gran valor histórico y artístico, ha sido encontrada y la persona responsable del robo ha sido detenida.
El cáliz recuperado es una antigua reliquia de plata del año 1737, con un peso de 866 gramos. Fue sustraído del Convento del Cristo de la Victoria de Serradilla (Cáceres) durante una jornada de puertas abiertas que las monjas organizaron en 2016 para conmemorar el 375 aniversario de la llegada del Cristo a Serradilla. Durante este evento, el cáliz fue sustraído descuidadamente mientras se exhibían varios objetos para que los visitantes los contemplaran.
Laboriosa investigación
Después de varios años sin conocer su paradero, el cáliz fue vendido en un establecimiento de compra venta de oro en Logroño en febrero de 2022. La vendedora, una mujer de 47 años y residente de Albelda de Iregua, tenía numerosos antecedentes por delitos contra la propiedad, lo cual levantó sospechas entre los agentes encargados de la investigación. Estos pertenecían a la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de La Rioja, cuya tarea incluye la inspección y control de establecimientos dedicados a la compra y venta de oro y metales preciosos.
Los agentes se desplazaron al establecimiento de compra venta para determinar la procedencia del cáliz y realizar un análisis detallado. Durante el proceso, observaron indicios de que la pieza podría haber sido robada, por lo que procedieron a incautarla y conservarla para iniciar la investigación sobre su origen. La dificultad radicó en que el robo nunca fue denunciado por las monjas, quienes lo consideraron perdido. Sin embargo, el minucioso análisis del cáliz reveló marcas de los plateros que lo habían fabricado, lo cual proporcionó las primeras pistas.
Regalo del rey Felipe V
A medida que avanzaba la investigación, se descubrió que el cáliz en cuestión fue un regalo del rey Felipe V a un personaje destacado de la época llamado Don Alvaro de Mendoza, quien ostentaba los títulos de “Patriarca de las Indias” y “Capellán Limosnero”. El rey solía regalar a su Capellán Limosnero un juego de tres cálices de plata cada año en el Día de Reyes (6 de enero), los cuales eran fabricados por los plateros reales. Después de meses de análisis exhaustivo de numerosos documentos, se encontró un estudio realizado en 1984 que describía en detalle los bienes custodiados en el Convento, donde se mencionaba que Don Álvaro de Mendoza regaló uno de sus cálices de plata en 1738, específicamente el fabricado en 1737, al Convento del Cristo de la Victoria de Serradilla. Este hecho quedó registrado en el Libro de Devotos del Archivo del Convento.