El jardín de Casa Masip de Ezcaray acoge este sábado la presentación del libro ‘Orgullo. Poesía (in)completa’, sobre el local Armando Buscarini, a cargo de Rubén y Diego Marín A. El acto tendrá lugar a partir de las 13:00 horas en el marco del 22º Festival de Jazz de Ezcaray. La entrada es libre, pero el aforo limitado. Durante el acto se servirá un vino cortesía de Bodegas Luis Alegre.
‘Orgullo. Poesía (in)completa’ de Armando Buscarini hace el número 10 de la colección ‘Motivos Personales’ de la Editorial Buscarini. La edición corre a cargo de Rubén y Diego Marín A., fundadores de la Editorial Buscarini que lleva el nombre de este poeta bohemio nacido en Ezcaray en 1904.
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El libro cuenta además con un prólogo del escritor barakaldés Juan Manuel de Prada, quien en 1995 ganó el Premio Café Bretón con la semblanza ‘Armando Buscarini o el arte de pasar hambre’. A lo largo de sus 524 páginas recoge los más de 360 poemas publicados por Armando Buscarini entre 1918 y 1929 en periódicos y revistas, así como en los cerca de 40 libros que publicó.
‘Orgullo. Poesía (in)completa’ recoge así el guante lanzado por Armando Buscarini en su testamento, dirigido al rey Alfonso XIII y en el que exigía que se hicieran «ediciones soberanas» de sus obras, ofreciendo al lector, junto con ‘El rufián. Teatro, narrativa y memorias’, (casi) toda la obra de este poeta bohemio, maldito y genial que actualmente se encuentra dispersa en bibliotecas públicas y colecciones privadas de medio mundo.
Esta nueva edición de ‘Orgullo. Poesía (in)completa’ incluye novedades, tanto en la introducción, con nuevos datos biográficos de Armando Buscarini; como en el propio libro, al incorporar poemas procedentes de dos nuevos libros: ‘Romanticismo’ y ‘Las rosas eternas’. El libro está dividido en varios capítulos. Por un lado, los libros de poemas, novelas u obras de teatro en los que Armando Buscarini publicó sus poesías.
Por el otro, ‘Líricos modernos’ agrupa poemas publicados en prensa entre 1920 y 1925 en el periódico El País, en la sección ‘Los líricos’ de La Libertad, en La Esfera y Nuevo Mundo. ‘Desde mi soledad’ recoge los textos escritos por Armando Buscarini en el hospital psiquiátrico de Valladolid, la mayoría de ellos conservados en su expediente médico. ‘Dedicatorias’ es el apartado donde se incluyen los dos prólogos que escribió en forma de sonetos al también extravagante escritor Álvaro Retana, a Federico M. Alcázar y a Guillermo Rittwagen.
Sobre Armando Buscarini
Finalmente, en ‘Dedicados’, finalmente, incorpora los poemas que Diego d’Ory, Jesús M.ª García, Joaquín Dicenta, José Rivera de Vega y Juan Feria escribieron sobre el poeta bohemio Armando Buscarini.
Armando Buscarini (Ezcaray, 1904–Logroño, 1940) es el poeta bohemio y maldito por antonomasia en la España de principios del siglo XX. Inició su precoz, fugaz y desgraciada carrera literaria en 1918 y, durante los siguientes once años, publicó cuarenta libros, la mayoría poemarios, pero también probó fortuna con la novela breve –castiza y de tintes autobiográficos– y en el teatro.
A los 20 años publicó ‘Mis memorias’, cinco después ingresó en el Departamento de Observación de Dementes de Madrid y los últimos once años de su vida los pasó viajando de manicomio en manicomio hasta morir en 1940 en el Hospital de La Beneficencia, en Logroño.
«Gárgola adolescente» y «trovador sablista» para Ramón Gómez de la Serna; «gorrión de El Prado», «poeta de la calle» o «benjamín de aquella bohemia disparatada» para César González–Ruano»; y «ángel custodio de mi vocación literaria» para Juan Manuel de Prada, Buscarini peregrinó por el Madrid «absurdo, brillante y hambriento» del siglo pasado desgañitándose al grito de «¡Hay que ayudar al poeta!» en busca de la «gloria esquiva» que nunca alcanzó.
ALMA DE ARTISTA
Una errata de imprenta se deslizó en mi nombre:
No es Armando, es amando como siempre viví.
Amando a la alimaña y a la fiera y al hombre,
que el amor no se apaga en mí.
Rufianes sin ingenio rompieron mi apellido
«Buscarini», dijeron. «¡Bah! La busca del pan».
El pan que a mí me dieron siempre lo he repartido;
y también partí otro que los hombres no dan.
Armando Buscarini. El nombre trae de Galia
el perfume galante, y el apellido Italia
dice; pero soy sólo pobre poeta español,
que en esta tierra inhóspita, que no ama a sus cantores,
arrastra, entre sarcasmos, su juventud sin flores,
su sed sin agua, y su primavera sin sol.