Desde esta medianoche se han establecido controles para garantizar que se cumpla el confinamiento perimetral de La Rioja. Se ha reforzado la vigilancia en las fronteras de la región, en las zonas de la Ribera, N-111, en Logroño y en el acceso a la zona de La Rioja Alta, en Haro, en la AP-68.
En total son unos 300 agentes de Policía Nacional y más de 800 de la Guardia Civil los que forman este dispositivo especial de vigilancia, que no sólo realizan labores de información, sino que ya están sancionando, como ha ocurrido esta mañana en el acceso a Haro por la AP-68.
Labores de información y sanción
Desde la Delegación del Gobierno en La Rioja advertían ayer que los controles fronterizos variarán en función de un día laboral y el fin de semana y también de los flujos de movimiento de la población, por lo que se trata de “un operativo mucho más complejo al contar con desplazamientos permitidos”.

Asimismo, la delegada del Gobierno, María Marrodán, se ha puesto en contacto con sus homólogos en las regiones limítrofes para coordinar la campaña de control.
Al igual que en los meses en los que estuvo vigente el estado de alarma, se llevarán a cabo controles aleatorios por todas las carreteras que conecten con otras comunidades autónomas y se intensificará el control de movimientos en aquellas zonas con más desplazamientos interterritoriales, como son en la Ribera, Rioja Alta para evitar acudir a segundas residencias, N-111 y Logroño, ya que la capital riojana tiene la peculiaridad de limitar con País Vasco y Navarra.
Desde la Delegación se recuerda que están permitidos los movimientos con origen y destino dentro de la propia Comunidad autónoma y aquellos que atraviesen La Rioja con destino a otro territorio no confinado. Por último, Marrodán pide a la ciudadanía riojana que “cumpla las normas con responsabilidad y eviten todos los desplazamientos innecesarios”.