“La gente está con muchas ganas de conciertos y fiesta, y si organizas algo así se te va a llenar de gente. No podemos correr el riesgo”. Así de claro se muestra Jaime Ruiz, presidente de la Asociación Briones Medieval que, muy a su pesar, ha anunciado que este año tampoco se celebrará la fiesta de Interés Turístico Nacional por culpa de la pandemia. “Si fuera un teatro en el que puedes poner un aforo concreto, pero aquí no podemos tener un control total de los 50 portales y si viene una cuadrilla y la lía, al final se mancha el buen nombre que tiene las jornadas”, asegura Ruiz.
En principio, la asociación ha decidido no hacer nada. Se había barajado la posibilidad de celebrar algún concierto musical de tipo medieval, pero “al final se empañaría la fiesta y si no se puede hacer algo igual a lo que se hace ese fin de semana, preferimos no hacer nada. Igual otro fin de semana organizamos un concierto o algo parecido, pero no queremos deslucir unas fechas que son tan especiales para el pueblo haciendo algo que no tiene nada que ver”.
“Para hacer algo mal, mejor no hacer nada”
Desde hace años, Briones viaja al pasado el tercer fin de semana de junio con el objetivo de rememorar el ‘modus vivendi’ de los habitantes de la villa en el siglo XIV. La mayor parte de sus casi 800 habitantes participan en esta celebración, vistiéndose de época y engalanando los 50 portales temáticos que se abren durante esos días, sin olvidar la taberna que se habilita en la plaza para goce y disfrute de los entusiastas de la gastronomía de aquellos tiempos.
Tampoco se llevará a cabo la representación con luces y sonido en la fachada del Ayuntamiento con la historia de Briones porque “por la pandemia y sus restricciones, no hemos podido ensayar y no es viable. Para hacer algo mal mejor no hacer nada”.

Pero la asociación, a pesar de estas dos suspensiones por culpa de la COVID, no ha estado parada. “Empezamos con muchas ganas. Hemos construido una torre de asedio y una ballesta, pero al final el no ver la luz al final del tunel provoca que ese subidón inicial se vaya”, reconoce Ruiz.
Con todo, la asociación sigue trabajando, pero “despacio”, como reconoce Ruiz, en lograr que sea considerada Fiesta de Interés Turístico Internacional. “Queremos volver a retomar ese objetivo, pero durante estos últimos tiempos, con todo cerrado y las administraciones ocupadas, ha sido imposible”, señala Ruiz, que se pone como reto más próximo “mejorar lo que ya tenemos otros años” y deseando que en 2022 pueda celebrarse una nueva edición de las Jornadas Medievales.
Lo que seguro que perdura este año, como ya sucediera en 2020, es el espíritu de Briones Medieval en sus vecinos. No faltarán los balcones engalanados ni las vestimentas propias de la fiesta durante esos días. El año que viene será otra historia.