La defensa de la madre de Carolina, asesinada el pasado 26 de enero de 2020 en un hotel de Logroño, ha acusado a la abuela de la niña de su asesinato. También ha manifestado que la madre de la niña “no planeó ni participó en el asesinato” y que fue “una víctima más”.
Así ha arrancado el juicio contra la madre de Carolina, a la que el Ministerio Fiscal acusa de asesinato con alevosía, por lo que pide prisión permanente revisable. Finalmente será un jurado popular el que decidirá la culpabilidad de la madre.
Petición de prisión permanente revisable
Desde la acusación insisten en que la madre “no tenía ningún trastorno psiquiátrico” y sí un rasgo de personalidad “obsesivo-compulsivo y narcisista”, y que tomó la decisión cuatro meses antes. La acusación lo explica apoyándose en los vídeos que la madre grabó y en los que, según esta prueba, estaría demostrado que había “intención de no dejar con vida” a la niña.
La defensa de la acusada ha insistido en el “deseo de protección” de la madre de Carolina, por la delicada salud de la pequeña, y que el padre de la niña “interpretó como un control obsesivo”. La abogada de la madre de Carolina ha querido resaltar su “fragilidad psiquíca” y que era la abuela la que “tomaba las decisiones”. Ha señalado que “ni planeó ni participó” en el asesinato y ha acusado a la abuela, que tras los hechos se quitó la vida, y que estaba agobiada por una estafa económica que sufrió.
Desde el lado de la acusación, el fiscal ha señalado que la madre de la niña planeó su asesinato como “último acto posesivo” antes de intentar suicidarse, y que lo planeó junto a la abuela.
En su declaración, el fiscal se ha apoyado como prueba en los vídeos en los que decía estar en plenas facultades. “Si estáis viendo este vídeo es que ya no estoy, no es un arrebato”, decía, y sin hablar de su madre “ni de ninguna intención de ésta”, como ha resaltado la acusación, y que “no se ha arrepentido en ningún momento de los hechos”.
La acusación también recuerda que cuando se informa a la madre de la muerte de la abuela señala que “tras mucho tiempo pasándolo mal, llegó a la determinación de quitarse la vida y llevarse a su hija”, ya que “no tendría futuro” dejarla con su padre.