Ana Eguren ha sido homenajeada en el Centro de Salud de Haro del que hoy mismo se ha despedido tras casi 30 años al servicio de sus pacientes. “Tengo sentimientos encontrados”, reconocía.
La doctora de Atención Primaria dice adiós a una etapa en la que ha disfrutado “mucho”. “La medicina y la familia son las dos cosas más importantes de mi vida”. Hoy se ha despedido de una y lo ha hecho rodeada de amigos, familiares y compañeros. “Voy a dejar un hueco muy grande en mi vida que lo ocupababa la medicina, pero también siento alegría porque llego a los 61 años, después de muchos problemas de salud, a un momento en el que estoy bien y eso me hace feliz”, explicaba Eguren.
Reconocimiento por parte del Ayuntamiento de Haro
Natural de San Vicente de la Sonsierra, Eguren llegó a Haro en 1989. Empezó desempeñando su labor en Zarratón y, a partir de 1990, compaginó Haro con la localidad riojalteña durante un tiempo hasta centrar su labor como médica enteramente en el Centro de Salud de Haro.
“Ahora toca buscar otro tipo de alicientes en esta parte de la vida. También se jubila dentro de poco mi marido Jesús y disfrutaremos los dos juntos”, contaba Eguren, que ha sido homenajeada también por el Ayuntamiento de Haro. El concejal del Consistorio, Leopoldo García, le ha hecho entrega de un cuadro, regalo de la Corporación. Eguren también ha recibido flores y plantas por parte de amigas y compañeras, y un retrato, obra de Arantza Elcoro.
“Curamos un poco, cuidamos y acompañamos siempre”
Eguren también ha tenido un mensaje especial para todos sus pacientes. “Al final son los que me han enseñado la vida. Con mis compañeros he aprendido de medicina, pero con los pacientes he aprendido de la vida”, confiesa Eguren. “Compartes muchas cosas y muchas emociones. Haces de confesor, haces de amigo, haces de médico… Alguien decía que curamos un poco, cuidamos y acompañamos siempre. Estoy satisfecha por todas las muestras de cariño que me han dado y he trabajado como mejor he sabido”.