“El partido no me ha gustado; el resultado es muy importante y positivo”. Nunca una sola frase viene a reflejar, de forma explícita, lo sucedido en un duelo futbolístico. Aitor Calle era ayer, por todo ello, un hombre medianamente feliz. El técnico del Haro reconocía que el triunfo sobre el Izarra era, sin lugar a dudas, lo fundamental “porque se trata de tres puntos que los sumas tú y se los quitas a un rival directo” al que, recordó, abre una brecha de ocho puntos “más el golaverage”. Ahí es nada.
Pero nada de ello le impidió reconocer que el Haro “debe recuperar su ADN, su mejor versión. Hemos tenido cosas de muy buen nivel en algunas fases de la temporada y debemos volver a ser lo que éramos y a nuestra identidad. Este equipo”, defendió en su encuentro con los medios, “puede hacerlo mucho mejor”.
Para ganar hay que sufrir
A fin de cuentas, desde su puesto de mando entendió que el cuadro jarrero “saltó con intensidad al terreno de juego, fue superior y como consecuencia de todo ello llegó, de suyo, el gol”. Pero curiosamente, “cuando más motivos había para estar más tranquilos defendiendo con la pelota en nuestro poder, más dudas nos surgieron. Después de adelantarnos el equipo desapareció incomprensiblemente, empezó a llegar tarde y a realizar desplazamientos en largo sin criterio”.
El empate del Izarra sirvió, en ese escenario, de revulsivo porque comenzó a equilibrar el dominio navarro y anotó dos goles más que le otorgaron “una victoria muy importante”, lograda no sin sufrimiento.
Aunque ése es un apunte que no le preocupa en exceso. “Para ganar en esta categoría, vamos a tener que disputar partidos muy igualados y sufridos. Eso es algo que tenemos muy interiorizado”, reconoció al cierre.
Vídeo destacado: Antonio Corral
